Evangelio Del Día Evangelio de hoy 27 de febrero 2023

Evangelio de hoy 27 de febrero 2023

por LaFeCatolica

Lecturas de hoy lunes 27 de febrero 2023.

Primera lectura de hoy del libro del «Levítico 19, 1-2. 11-18».

En esos días, el Señor habló y le dijo a Moisés: “Di a toda la congregación de toda Israel: Sean santos, porque yo soy el Señor, y no robaran. No mienten ni engañan a sus vecinos. No jurarán en mi nombre en falso; blasfemaría el nombre de su Dios. yo soy el señor. No oprimáis ni explotéis a vuestros vecinos. No guarde los cheques de pago de las personas que trabajan para usted hasta el día siguiente.

No maldigas a los que son sordo ni pongas tropiezo delante de los que son ciego. Teme a tu Dios. yo soy el señor No seas injusto en el juicio, ya sea a favor de los pobres o por respeto a los fuertes. Juzga a tus vecinos con justicia. No calumnies a tus seres queridos ni observes la vida de tu prójimo. yo soy el señor No odies a tu hermano en tu corazón. Trata de corregirlo para que no tengas culpas por él. No cobres venganza ni guardes ningún rencor a los hijos de tu pueblo. Y amarás a al que es tu prójimo como a ti mismo. «yo soy el ‘señor'».


Salmo responsorial de hoy 18, 8. 9. 10. 15. Son espíritu y vida, tus palabras, Señor.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes.
Son espíritu y vida, tus palabras, Señor.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
Son espíritu y vida, tus palabras, Señor.
El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
Son espíritu y vida, tus palabras, Señor.
las palabras de mi boca, que te agraden,
que tu presencia legue al meditar de mi corazón,
Señor, redentor mío, roca mía.


Evangelio de hoy 27 de febrero 2023.
Lectura del santo evangelio según san «Mateo 25, 31-46».

En ese tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria y acompañado de todos sus ángeles, se sentará en el trono de su gloria. Entonces todas las naciones serán reunidas delante de él, y separará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos, y pone las ovejas al lado derecha y los cabritos al lado izquierda. Entonces el rey decía a los de su derecha.

Vuestro es el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me dieron de beber. me dio la bienvenida yo estaba desnudo me vistieron, enfermo vinieron a mi, preso vinieron a mi. El justo habló y respondió: «Señor, ¿Cuándo nosotros vimos que tenías hambre y de comer te dimos, y sed y también te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como un extraño y te recibimos o te desnudamos? ¿Cuándo nosotros te vimos enfermo y también en prisión te visitamos?

«El rey les hablará y dirá: «Les prometo a todos que cada vez que lo hicieron con mi hermano menor», «lo haréis conmigo mismo». Y dirá a los de la izquierda: «Malvados apartaos de mí», vayan para el fuego eterno, para el diablo preparado y también a sus ángeles; porque tenía hambre y no me alimentáis y tenéis sed No me deis de beber, no me acojáis como a un extraño, no me vestáis cuando estoy desnudo, no me visitéis cuando estoy enfermo, y prisión.

Ellos le hablaron y replicaron: «Señor, ¿En cuándo te vimos con hambre y sediento, o forastero y desnudo, o enfermo y en la cárcel, y no te asistimos?» Entonces Él les respondió: «Yo os asegurais que cuando todos ellos no ayudaron lo más mínimo, a mi no me ayudaron. Estas personas recibirán entonces el castigo eterno, pero los justos recibirán la vida eterna.»


Comentario de la lectura bíblica de hoy:

En esta santa palabra del pasaje de la lectura de hoy, no nos deja de asombrarnos, porque nos muestra hasta dónde llega el amor de Dios: hasta el punto de identificarse con nosotros, no cuando estamos sanos, cuando estamos sanos y felices, no, sino cuando estamos en necesidad. Y de una manera tan oculta, deja que la gente lo encuentre, extendiendo su mano como un mendigo. Jesús revela así el criterio decisivo de su juicio, a saber, el amor concreto al prójimo necesitado. Y así se revela el poder del amor, la majestad de Dios: solidaridad con los que sufren, provocaciones y actos de caridad por doquier. Te invitamos a escuchar una linda alabanza…

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