XXXII semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 17 de noviembre 2023.
Primera lectura de hoy del libro de la ‘Sabiduría 13,1-9’.
Por naturaleza son necio todos aquellos hombres que han ignorado a Dios y no han podido ser capaces de conocer al que es a partir de los bienes visibles, ni tampoco de reconocer al artífice fijándose en sus acciones, sino que tenían por dioses al viento, al fuego, y al aire ligero, a la estrellada bóveda, al agua impetuosa y a los esplendores del cielo, regidores del mundo. Si, estaban cautivados por su belleza, los creyeron dioses, sepáis pues cuánto los aventaja su Señor, pues los creó el mismo autor de la hermosura.
Y si los asombró su energía y su gran poder y, calculad cuánto más poderoso es quien los a creado, pues por la grandeza y belleza de las criaturas se desvela por analogía a su creador. Y con todo, estos merecéis un reproche menor, pues a lo mejor andan perdidos, en la busca de Dios y queriéndolo hallarla. Dan vueltas a sus acciones, las investigan y quedan tentados por su apariencia, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera estos son excusables, porque, si fueron capaces de conocer tanto que pudieron escudriñar el universo, ¿Cómo no encontrasteis antes a su Señor?
Salmo responsorial de hoy 18,2-3.4-5. El cielo proclama la gloria de Dios.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento proclama la acción de sus manos:
el día al día le traslada el mensaje,
se lo cosquillea la noche a la noche.
El cielo proclama la gloria de Dios.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los limites del orbe su lenguaje.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Lucas 17, 26-37’.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Lo que sucedió en los días de Noé, sucederá en los días del Hijo del Hombre: hombres y mujeres comen y beben, hombres y mujeres se casan hasta el día en que Noé entró en el arca; el diluvio vino y todos perecieron. Lo mismo sucedió en los días de Lot: comieron, bebieron, compraron y vendieron, sembraron y criaron, pero el día que Lot salió de Sodoma, cayó fuego y azufre del cielo y todos perecieron.
Porque igual sucederá el día en que aparezca el Hijo del Hombre. El que esté en el tejado ese día no debe bajar a buscar algo si lo ha dejado en casa, y el que esté en el campo no debe volver. Recuerda a la esposa de Lot. Quien salve su vida, la perderá; quien lo pierda lo conservará. Os digo que esa noche vivirán dos personas en el mismo lecho: una tomada, la otra abandonada; Dos mujeres pintarán juntas: una desposeída, la otra abandonada. Los discípulos le dijeron: “Señor, ¿Dónde será esto?” Él respondió: “Donde hay cadáveres, hay buitres reunidos”.
Reflexión del evangelio de San Lucas 17:26-37, la llegada del fin de los tiempos:
El evangelio de San Lucas 17:26-37 nos presenta una reflexión sobre la llegada del fin de los tiempos. Jesús nos habla de un final, un tiempo, un día, en que todos sus hijos e hijas deberemos encontrarnos con él. No se trata de un destino trágico o de una infeliz espera de un final tenebroso que está próximo a suceder, sino más bien de un llamado a despertar nuestras conciencias dormidas, acomodadas, encerradas en un individualismo límite.
¡tomar conciencia! para cambiar nuestras actitudes, pensar y actuar como Dios lo quiere para sus hijos. Se nos llama a dejar a un lado nuestro egoísmo, a cambiar de vida y a comprometernos en la construcción del Reino de Dios; así celebraremos el encuentro feliz por haber llegado por fin a nuestra casa eterna.
En el evangelio, Jesús compara la llegada del fin de los tiempos con los tiempos de Noé y Lot. En ambos casos, la gente estaba ocupada con sus asuntos cotidianos, sin prestar atención a las señales de advertencia. Sin embargo, cuando llegó el momento, el diluvio y el fuego y azufre del cielo cayeron sobre ellos, y muchos perecieron. Jesús nos advierte que debemos estar preparados para su llegada, porque no sabemos cuándo será. Debemos estar alerta y vigilantes, y no distraernos con las cosas del mundo. Debemos estar listos para encontrarnos con él en cualquier momento.
Jesús también nos dice que no debemos aferrarnos a las cosas materiales, porque no nos servirán de nada en el momento de su llegada. Debemos estar dispuestos a dejar todo atrás y seguirlo. Aquellos que traten de salvar su vida la perderán, pero aquellos que la pierdan la conservarán. Debemos estar dispuestos a sacrificar todo por él, porque él es nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida.
En resumen, el evangelio de San Lucas 17:26-37 nos llama a estar preparados para la llegada del fin de los tiempos, a estar alerta y vigilantes, y a no distraernos con las cosas del mundo. Debemos estar dispuestos a dejar todo atrás y seguir a Jesús, porque él es nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida. Que Dios nos dé la gracia de estar siempre preparados para su llegada. Les dejamos una linda alabanza…
