XV semana del Tiempo ordinario:
Lecturas de hoy 19 de julio 2023.
Primera lectura de hoy del libro del ‘Éxodo 3,1-6.9-12’.
En ese tiempo, Moisés estaba apacentando el rebaño de Jetro, el sacerdote de Madián, su suegro. Una vez estaba conduciendo su rebaño por el desierto hasta el monte Horeb, la montaña de Dios, y el Señor se le apareció en fuego que subía de los arbustos. Moisés se sorprendió mucho al ver que las zarzas ardían pero no ardían, y se dijo a sí mismo: “Quiero ver de cerca esta cosa extraña, por qué las zarzas no se queman”.
Cuando el Señor vio a Moisés mirando hacia atrás, lo llamó desde la zarza: “¡Moisés, Moisés!” y él respondió: “¡Aquí estoy!” Dios le dijo: “¡No te acerques! Quítate los zapatos, porque la tierra que has pisado es tierra santa”. Y agrego: ‘Yo soy el Dios de sus padres, el Dios de Isaac, el Dios de Abraham y también el Dios de Jacob’. Y entonces Moisés se cubrió el rostro porque tenía miedo de ver a Dios.
Le dijo El Señor: ‘Los griteríos de los israelitas han llegado hacia mí’, ‘y he mirado cómo los oprimían los egipcios’. Ahora ve a Faraón, porque te enviaré a sacar a mi pueblo Israel de Egipto.’ Le dijo Moisés a Dios: ‘¿Quién soy yo para asistir ante el Faraón y sacar a los que son israelitas de Egipto?’ El Señor respondió: ‘Yo mismo Estaré contigo’, ‘y esta es la señal que yo te he enviado’: cuando ya saques al pueblo de Egipto’. Entonces darán culto a Dios en este montaña.
Salmo responsorial de hoy 102,1-2.3-4.6-7. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi esencia a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te llene de gracia y de ternura.
El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel.
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 11, 25-27’.
En ese tiempo, Replicó Jesús: ‘¡Gracias te doy’, ‘Padre, Señor de la tierra y del cielo’, porque has ocultado estas cosas a los entendidos y sabios, y las has expuesto a la gente sencilla! Padre gracias, porque así lo has querido. En mis manos ha puesto el padre todas las cosas. Ninguno conoce al Hijo sino el Padre, y ninguno conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera exponer.
Reflexión del Evangelio según san Mateo 11, 25-27:
Jesús nos enseña una reflexión profunda sobre la importancia de la humildad y la simplicidad en la comprensión de los misterios de Dios. Él expresa su gratitud al Padre, Señor del cielo y de la tierra, por revelar estas cosas a la gente sencilla, mientras las oculta a los sabios y entendidos.
Este pasaje nos invita a examinar nuestra actitud hacia la sabiduría y la revelación divina. A menudo, podemos caer en la tentación de confiar en nuestro propio conocimiento y entendimiento, olvidando que la verdadera sabiduría viene de Dios. Jesús reconoce que todas las cosas le han sido entregadas por el Padre, y que solo el Padre conoce verdaderamente al Hijo, y viceversa. Esta relación única e íntima entre el Padre y el Hijo revela la profundidad del amor y la comunión divina.
La reflexión en este pasaje nos anima a adoptar una actitud de humildad y apertura hacia la revelación de Dios en nuestra vida cotidiana. Nos invita a reconocer que la sabiduría divina puede manifestarse de formas inesperadas y sorprendentes, y que necesitamos tener un corazón sencillo y receptivo para percibirlo. No podemos depender únicamente de nuestra propia inteligencia o razonamiento, sino que debemos confiar en la sabiduría de Dios y dejarnos guiar por ella.
En el mundo actual, donde a menudo valoramos la inteligencia y el conocimiento humano, esta enseñanza de Jesús nos desafía a reconsiderar nuestras prioridades. La verdadera sabiduría no se basa simplemente en acumular información o conocimientos académicos, sino en reconocer la presencia de Dios en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea. La humildad nos permite abrirnos a la acción del Espíritu Santo y dejarnos sorprender por las maravillas de Dios.
En resumen, la lectura del Evangelio según san Mateo 11, 25-27 nos invita a reflexionar sobre la importancia de la humildad y la simplicidad en nuestra relación con Dios. Nos muestra que la verdadera sabiduría proviene de reconocer nuestra dependencia de Dios y estar dispuestos a aprender de Él. Que podamos cultivar un corazón sencillo y receptivo, y que podamos experimentar la alegría de descubrir la sabiduría de Dios en los momentos más simples y ordinarios de nuestra vida