XXX semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 2 de noviembre 2023.
Primera lectura de hoy del libro del ‘Apocalipsis 21, 1-5a. 6b-7’.
Yo, Juan, mire un nuevo cielo y también una tierra nueva; porque el primer cielo y también la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía. Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, como una esposa se viste para su marido. Oí una gran voz desde el trono que decía: “He aquí, la morada de Dios está entre los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y ‘Dios con ellos‘ será su Dios”.
Él era. las lágrimas serán enjugadas de sus ojos y no habrá más muerte, ni tristeza, ni llanto ni dolor, porque el primero ya pasó. El que está postrado en el trono dice: ‘He aquí’, ‘yo hago nuevas todas las cosas’. Yo soy el Alfa y también la Omega, el principio y también el fin’. Al que tiene sed le daré gratuitamente la fuente de la vida. El que venciere la heredará: yo seré su Dios, y él será mi hijo.
Salmo responsorial de hoy 24, 6. 7b. 17-18. 20-21. A ti, Señor, levanto mi alma.
Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.
A ti, Señor, levanto mi alma.
Ensancha mi corazón oprimido
y sácame de mis tribulaciones.
Mira mis trabajos y mis penas
y perdona todos mis pecados.
A ti, Señor, levanto mi alma.
Guarda mi vida y líbrame,
yo no quede defraudado de haber acudido hacia ti.
La inocencia y la rectitud me protegerán,
porque espero en ti.
Segunda lectura de hoy de la carta del apóstol san Pablo a los ‘Filipenses 3, 20-21’.
Hermanos: Somos nosotros ciudadanos del cielo, en donde esperamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él cambiara nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su glorioso cuerpo, con esa gran energía que posee para sometérselo todo.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Juan 11, 17-27’.
Cuando Jesús llegó a Betania, Lázaro llevaba cuatro días sepultado. Betania estaba muy cerca de Jerusalén: unos quince estadios, y muchos judíos fueron a visitar a Marta y María para expresar sus condolencias por su hermano. Cuando Marta oyó que Jesús venía, salió a recibirlo mientras María se quedaba en casa. Marta le dijo a Jesús: ‘Señor, si tan siquiera hubieras estado aquí, ‘mi hermano no habría muerto’.
Pero ahora incluso sé que todo lo que le pidas a Dios, Dios te lo concederá. Dijo Jesús: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: ‘Sé que resucitará en el último día de la resurrección’. Jesús le dijo: Yo soy la vida y la resurrección; el que en verdad cree en mí, aunque esté muerto, vivirá; y el que cree en mí vivirá, no morirá jamás. ¿Tu lo crees? Ella le respondió: ‘Señor, si creo que tú eres el Cristo’, que vino a este mundo, el Hijo de Dios.
Reflexión del evangelio de San Juan 11, 17-27:
El pasaje del evangelio nos relata el encuentro de Jesús con Marta y María cuando llegan a Betania tras la muerte de su hermano Lázaro. Es un momento de dolor y luto, pero también de gran fe y esperanza.
Marta sale al encuentro de Jesús, sabiendo que él tiene el poder de Dios para resucitar a los muertos. Aunque su hermano lleva cuatro días enterrado, ella confía en que Jesús puede devolverle la vida. Esta esperanza se basa en su fe en que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios.
La fe de Marta se vuelve aún más fuerte cuando Jesús le declara “Yo soy la resurrección y la vida”. Jesús se revela como fuente de vida eterna, capaz de vencer a la muerte. Marta hace entonces una hermosa profesión de fe, reconociendo que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios.
Este pasaje nos enseña la importancia de la fe en medio del dolor. Jesús es siempre nuestra esperanza, pues él tiene poder sobre la muerte. Si confiamos en Cristo como Marta, encontraremos en él fuerza y consuelo. La fe en la resurrección nos da una perspectiva eterna frente a las pérdidas terrenas.
El evangelio también nos muestra el valor de la compañía y la solidaridad en los momentos difíciles. Los amigos que visitan a Marta y María para consolarlas son un apoyo importante. Igualmente, la presencia de Jesús es un bálsamo que reconforta. Acompañar al que sufre es un acto de amor.
En síntesis, este pasaje del evangelio de Juan destaca los temas de la fe, la vida eterna, la resurrección, la solidaridad y el acompañamiento en el dolor. La esperanza en Cristo vence cualquier adversidad cuando se fundamenta en una fe sólida como la de Marta. Estas enseñanzas siguen inspirándonos hoy a confiar en las promesas del Señor. Los invitamos a escuchar una bonita alabanza…