XXIV Semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 21 de septiembre 2023.
Primera lectura de hoy de la carta del apóstol san Pablo a los ‘Efesios 4, 1-7. 11-13’.
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por motivo del Señor, os exhorto a vivir una vida digna del llamamiento al que hemos sido llamados. Sea siempre humilde y amable; entenderse y apoyarse mutuamente con amor; esforzaos por permanecer unidos espiritualmente con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un cuerpo y un espíritu, así como hay una sola esperanza en la llamada recibida.
Un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, obra por todos y vive en todos. Cada uno de nosotros recibe la gracia que Cristo nos ofrece. Él es quien da el don de apóstoles a algunas personas. Sea un profeta para los demás; evangelizar a otros; ser pastor y maestro para los demás. Esto es para permitir a los creyentes llevar a cabo adecuadamente su misión de edificar el cuerpo de Cristo hasta que todos, unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, seamos personas perfectas y podamos alcanzar la perfección de Cristo en todos sus aspectos.
Salmo responsorial de hoy 18, 2-3. 4-5. A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento divulga la obra de sus manos:
el día al día le lleva el mensaje,
la noche a la noche se lo rumorea.
A toda la tierra alcanza su pregón.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 9, 9-13’.
En ese tiempo, entonces Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa del recaudador de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Se levantó y lo siguió. Más tarde, cuando comía con Mateo, muchos publicanos y pecadores también se sentaron a comer con Jesús y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos preguntaron a sus discípulos: “¿Por qué vuestro Señor come con publicanos y pecadores?” Al oír esto, les dijo Jesús: ‘No tenéis necesidad de médico los que están sanos, sino los enfermos’. Entonces comprenda lo que esto significa: quiero misericordia, no sacrificio. ‘No he venido a llamar a los que son justos, sino a pecadores’.
Reflexión del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13:
En este pasaje del Evangelio según san Mateo, presenciamos un poderoso mensaje de Jesús que trasciende el tiempo y sigue siendo relevante hoy en día. Cuando Jesús llama a Mateo, un recaudador de impuestos, para seguirlo, nos enseña una lección fundamental: la llamada de Dios no se limita a los justos y los virtuosos, sino que se extiende a todos, incluso a aquellos considerados pecadores o excluidos por la sociedad.
La escena en la casa de Mateo, donde Jesús comparte una comida con publicanos y pecadores, provoca la pregunta de los fariseos sobre por qué se relaciona con personas de este tipo. La respuesta de Jesús es esclarecedora: “No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos”. Aquí, Jesús nos recuerda que su misión es la de un médico espiritual, vino a sanar las almas heridas y pérdidas.
La frase “Yo quiero misericordia y no sacrificios” nos habla de la importancia de la compasión y la misericordia sobre las prácticas rituales vacías. Jesús nos invita a centrarnos en el amor y la compasión hacia nuestros semejantes, en lugar de juzgar y condenar.
En conclusión, este pasaje nos insta a acoger a todos, a mostrar compasión y a recordar que el amor y la misericordia son los principios fundamentales del Evangelio. Jesús nos llama a ser médicos de almas, a sanar y a amar sin restricciones. Esta enseñanza trasciende culturas y épocas, recordándonos que todos somos dignos del amor y la gracia de Dios. Te invitamos a escuchar esta linda alabanza…