tercera semana de Adviento:
Lecturas de hoy 22 de diciembre 2023.
Primera lectura de hoy del primer libro de ‘Samuel 1,24-28’.
En esos días, Ana llevó a Samuel, que aun era muy pequeño, a la morada del Señor, en Siló, y un novillo de tres años, llevó también, un saco de harina y un odre de vino. Una vez que ya sacrificado el novillo, Ana presentó el niño a Elí y le dijo: “Señor escúchame: por mi vida te juro que yo soy aquella mujer que se mantuvo junto a ti, en este lugar, orando al Señor. Y este es el niño que yo le había pedido al Señor y que él me ha concedido. Por eso, ahora yo se lo ofrezco al Señor, para que así pues le quede consagrado de por vida”. Y al Señor adoraron.
Salmo responsorial de hoy 2,1.45.6-7.8abcd. Se regocija mi alma en el Señor, mi Salvador.
Mi corazón se regocija en el Señor,
mi poder se exalta por Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.
Se regocija mi alma en el Señor, mi Salvador.
Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer infértil da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía.
Se regocija mi alma en el Señor, mi Salvador.
El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.
Se regocija mi alma en el Señor, mi Salvador.
Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Lucas 1, 46-56’.
En ese tiempo, María dijo: Mi alma alaba al Señor. Se alegra mi corazón en Dios mi Salvador. Porque vio la humildad de su sierva. De ahora en adelante, todas las generaciones me celebrarán. El que todo lo puede, ha hecho grandes cosas por mí. Santo es su nombre su misericordia continúa de generación en generación. Para aquellos que le tienen miedo. Podía sentir la fuerza de sus manos.
Saca el orgullo de nuestros corazones los poderosos han sido derrocados. Él exalta a los humildes A los hambrientos los llenó de bienes. Los ricos fueron despedidos sin nada. Recordando su bondad vino a ayudar a su siervo Israel como les prometí a mis padres a Abraham y su descendencia para siempre. María se quedó con Isabel unos tres meses y luego regresó a casa.
Reflexión sobre el Evangelio según San Lucas 1, 46-56:
El pasaje del Evangelio de Lucas nos presenta el canto de María, conocido como el Magníficat, que es una expresión de gratitud y alabanza a Dios por su misericordia y bondad. María, en su humildad, reconoce la grandeza de Dios y cómo Él ha obrado maravillas en su vida.
Este pasaje nos invita a reflexionar sobre varios temas importantes:
1. La Humildad: María se describe a sí misma como la “esclava” del Señor, destacando su humildad. En nuestra vida, la humildad nos permite reconocer nuestra dependencia de Dios y abrirnos a su gracia.
2. La Misericordia de Dios: María celebra la misericordia de Dios que se extiende de generación en generación. Nos recuerda que, sin importar nuestros errores, Dios siempre está dispuesto a perdonarnos y acogernos con amor.
3. La Justicia de Dios: El Magníficat también habla de cómo Dios “dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes”. Esto nos recuerda que Dios busca la justicia y la equidad, y que en su Reino, los últimos serán los primeros.
4. La Providencia de Dios: María habla de cómo Dios “colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos sin nada”. Esto nos invita a confiar en la providencia de Dios, que siempre provee para nuestras necesidades.
5. La Fidelidad de Dios: Finalmente, María recuerda la promesa de Dios a Abraham y su descendencia. Esto nos recuerda la fidelidad de Dios a sus promesas, y nos invita a ser fieles en nuestra relación con Él.
En resumen, el Magníficat es un canto de alabanza que nos invita a la humildad, a confiar en la misericordia y la providencia de Dios, a buscar la justicia y a ser fieles a Dios, tal como Él es fiel a nosotros. María, con su ejemplo, nos muestra el camino a seguir para vivir según el corazón de Dios.