Lecturas de hoy 26 de agosto 2023

por LaFeCatolica
Lecturas de hoy 26 de agosto 2023

XX semana del Tiempo ordinario:
Lecturas de hoy 26 de agosto 2023.
Primera lectura de hoy del libro de ‘Rut 2,1-3.8-11;4,13-17’.

El marido de Noemí, Elimélek, tenía un pariente de alto rango llamado Booz. Rut que es moabita dijo a Noemí: ‘Déjame salir al campo’, ‘en la cual el dueño de la tierra me permita recolectar las espigas que han dejado caer los segadores’. Ella respondió: “Ve, hija mía”. Se fue Rut y entonces comenzó a recolectar espigas de trigo en el campo detrás de las cosechadoras, que afortunadamente para ella pertenecía a la familia Booz de Elimélek.

Entonces Booz dijo a Rut: “Escucha, hija, no vayas a segar la mies a otro lugar ni te vayas muy lejos de aquí, sino quédate con mis segadores y síguelos adondequiera que vayan a segar. Les he dicho a mis segadores que los dejen en paz. Si tienes sed, ve hasta donde está la barca y bebe del agua que les dieron a los trabajadores. ” Ella se arrodilló ante él y le dijo: “¿Por qué eres tan amable conmigo y me ves como un extraño?”

Booz le respondió: “Lo que le hiciste a tu suegra después de la muerte de tu marido, me lo contaron todo: cómo dejaste a tus padres, tu tierra natal y viniste aquí”. Vive entre gente que no conoces. Después de algún tiempo, Booz se casó con Rut y la encontró nuevamente, y el Señor concibió a Rut y dio a luz un hijo. Las mujeres dijeron a Noemí: “Bendito sea el Señor, que no ha dejado sin heredero a tu difunto marido, para que su nombre quede inmortalizado en Israel.

Este niño será tu consuelo y apoyo en tu vejez, porque él te nació “Dedicado a tu nuera que te quiere mucho más que a siete hijos”. Noemí cogió al niño, y entonces lo puso en su regazo y lo empezó a amamantar. Los vecinos felicitaron a Noemí y dijeron: “Noemí ha dado a luz un hijo” y lo llamaron Obaid. Este es el padre de Jesé, el padre de David.


Salmo responsorial de hoy 127,1-2.3.4.5. Ésta es la gracia del hombre que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
Ésta es la gracia del hombre que teme al Señor.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
Ésta es la gracia del hombre que teme al Señor.
Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.


Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 23, 1-12’.

En ese tiempo, dice Jesús a la multitud y también a sus discípulos: ‘Los Fariseos y también los escribas ya están sentados en la cátedra de Moisés’. Por tanto, hagan todo lo que os digan, pero no imiten sus acciones, porque lo que dicen, lo que hacer es una cosa, pero esto, lo que haces, es otra cuestión.” Ataron cargas insoportables y las arrojaron sobre las espaldas de los hombres, pero estos no movieron un dedo. Todo lo que hacen es visible para la gente.

Extendieron las rayas de la cartera y la capa; les gustaba ocupar la jefatura de Estado en los banquetes y un lugar destacado en las sinagogas. Les encanta que los reciban en el campo y la gente los llama “maestros”. Y no podéis dejar que os llamen “maestro” porque sólo tenéis un maestro y todos sois hermanos. No llaméis “Padre” a nadie en la tierra porque vuestro Padre es sólo nuestro Padre Celestial. No te dejes llamar “guía” porque tu único mentor es Cristo. Que los más grandes de vosotros sean vuestros servidores, porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.


El evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre la humildad y el servicio desinteresado.

Jesús advierte contra los que buscan reconocimiento y status, como los escribas y fariseos que ostentaban su posición. Nos recuerda que sólo tenemos un Maestro, que es Cristo, y que todos somos hermanos.

La humildad no consiste en menospreciarnos, sino en tener una visión ajustada de nosotros mismos, reconociendo que todo lo que tenemos nos ha sido dado por Dios. Una persona humilde no pretende ser más que otros ni exigir privilegios. Al contrario, su mayor anhelo es servir.

Jesús nos dice que sea cual sea nuestra posición, lo importante es tener un espíritu de servicio. El camino del cristiano es imitar a Jesucristo, quien “no vino a ser servido, sino a servir” (Mt 20,28). Él, siendo Dios, se humilló hasta lavarnos los pies.

Cuando nos dejamos guiar por el egoísmo y la soberbia, terminamos aislados y tristes. Pero cuando vivimos para los demás, imitando la humildad de Jesús, encontramos la verdadera alegría y damos gloria a Dios. Servir puede ser difícil, pero es el camino del genuino liderazgo cristiano.

Humildad, sencillez, entrega generosa… Son valores que Jesús nos invita a cultivar en esta Cuaresma. No busquemos los primeros puestos, sino oportunidades para amar y dar sin esperar recompensa. Que Dios nos conceda un corazón humilde después del Suyo. te invitamos a escuchar estas lindas alabanzas para acompañarte en la lecturas de hoy…

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