XXXIV semana del Tiempo ordinario:
Lecturas de hoy 28 de noviembre 2023.
Primera lectura de hoy de la profecía de ‘Daniel 2,31-45’.
En aquel tiempo, Daniel dijo al rey Nabucodonosor: “Oh rey, viste esta visión: viste en tu mente una estatua, una estatua enorme, deslumbrante en esplendor y majestuosa en apariencia. La cabeza de la estatua es de oro puro, el pecho y las manos son de plata, el vientre y los muslos son de bronce, las piernas son de hierro y los pies son de una mezcla de hierro y barro cocido. Estás viendo esto cuando de repente, sin intervención humana, una piedra que cae de la montaña choca con las patas de hierro y barro de la estatua, rompiéndolas en pedazos.
Entonces todo se hizo pedazos: hierro, barro, bronce, plata y oro; todo se lo llevó el viento sin dejar rastro, como el polvo de una tormenta de verano. La piedra que golpeó la estatua creció en una gran montaña que cubrió toda la tierra. Este es tu sueño y ahora te lo explicaré. A ti, rey de reyes, te ha sido dado el reino, el poder, la autoridad y la gloria del Dios del cielo, porque te ha dado potestad sobre todos los pueblos, sobre las bestias del campo y sobre las aves. aire porque eres una cabeza de oro.
Después de eso, aparecerá el Reino Plateado, que no es tan poderoso como el tuyo. Entonces habrá un tercer reino de poder que gobernará sobre toda la tierra. Entonces vendrá después lo que es un cuarto reino, como el hierro fuerte; como el hierro aplasta y machaca todo, así triturará y destrozará a todos. Los pies y los dedos que ves con hierro mezclado con barro representan un reino dividido; tendría cierta dureza del hierro, como veis hierro mezclado con arcilla.
Los dedos de los pies están hechos de hierro y arcilla, lo que simboliza un reino que es a la vez fuerte y débil. El hierro mezclado con arcilla significa que los linajes se mezclarán, pero no se fusionarán, así como el hierro no se mezcla con la arcilla. Durante estos reyes, el Dios del Cielo establecerá un reino que nunca será destruido ni dominado por ninguna otra nación.
Él destruirá y destruirá todos estos reinos y permanecerá para siempre. Esto significa que piedras visibles caen de las montañas sin la intervención de la mano humana, convirtiendo en polvo arcilla, hierro, bronce, plata y oro. El Gran Dios le había mostrado al rey lo que sucedería. El sueño es real y su interpretación es fiable.
Salmo responsorial de hoy 3,57.58.59.60.61. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor.
¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Cielos, bendecid al Señor.
¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Ángeles del Señor, bendecid al Señor.
¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Aguas del espacio, bendecid al Señor.
¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Lucas 21, 5-11’.
En ese tiempo, cuando algunos alabaron la solidez de la construcción del templo y la belleza de los dones que lo adornaban, Jesús dijo: Será destruido. Entonces preguntaron: ‘Maestro’, ‘¿Cuándo sucederá esto y cuál será su señal?’ preguntó. Él les respondió: ‘Miren que nadie os engañe, porque varios vendrán y en mi nombre dirán’: ‘Yo soy el Cristo’. El tiempo ha llegado. Pero no los escuches. No se sorprenda cuando escuche hablar de guerra y revolución. Porque tiene que suceder, pero aún no ha terminado. Entonces les dijo: ‘Se alzaran nación contra nación y reino contra reino’. Habrá grandes terremotos, pestilencias y hambrunas en diversos lugares, y aparecerán en el cielo señales extrañas y espantosas.
Reflexión del evangelio de san Lucas 21, 5-11:
El pasaje del evangelio de Lucas 21, 5-11 nos ofrece una reflexión profunda sobre la transitoriedad de las cosas materiales y la inevitabilidad del cambio. Jesús advierte a sus seguidores que no se dejen engañar por las apariencias externas de solidez y belleza, ya que incluso las estructuras más sólidas pueden ser destruidas.
Este mensaje es especialmente relevante en nuestra sociedad actual, donde a menudo se valora más la apariencia que la sustancia. Nos recuerda que debemos centrarnos en lo que es verdaderamente importante: la fe, la bondad y la justicia, en lugar de buscar seguridad en las cosas materiales.
Además, Jesús advierte sobre los falsos profetas y las falsas promesas. En un mundo lleno de información y desinformación, este consejo es más relevante que nunca. Debemos ser críticos con la información que recibimos y buscar la verdad en lugar de dejarnos llevar por promesas vacías.
Finalmente, Jesús habla de guerras, revoluciones, terremotos, epidemias y hambre. Aunque estas palabras pueden parecer aterradoras, también nos recuerdan que estos eventos son parte de la condición humana. En lugar de vivir con miedo, debemos enfrentar estos desafíos con fe y esperanza, sabiendo que incluso en los momentos más oscuros, no estamos solos.
En resumen, este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades, a ser críticos con la información que recibimos y a enfrentar los desafíos con fe y esperanza. Es un recordatorio de que, aunque las circunstancias pueden cambiar, nuestra capacidad para adaptarnos y mantenernos fieles a nuestros valores es lo que realmente importa.