Lecturas de hoy 3 de abril 2023.
Primera lectura de hoy del libro de “Isaías 42, 1-7”.
Mira a los sirvientes que apoyo. Por quien he elegido, con lo que estoy satisfecho. Puse mi espíritu en él. Que la justicia brille entre las naciones. No llorará, no llorará, no alzará la voz en la calle; La caña partida no se quiebra. Tampoco extinguió la pared humeante. Promoverá con firmeza la justicia, no se moverá ni se doblará hasta que se determine la propiedad de la tierra. Hasta que la isla escuche su enseñanza. dice el Señor Soberano. El que creó y extendió los cielos.
El que afirmó la tierra y la hizo brotar; el que da aliento a los que viven en la tierra. Y todo el espíritu del movimiento en él: “A mi plan de salvación”, “Yo el Señor”, “soy fiel”. Te llamo, te tomo de la mano, te moldeo. He hecho un contrato de pueblo contigo, luz del país, que los ojos de los ciegos puedes abrir sacar al preso de la cárcel. Salid de la prisión de los que moran en tinieblas.”
Salmo responsorial de hoy 26, 1. 2. 3. 13-14. El Señor es mi salvación y mi luz.
El Señor es mi salvación y mi luz,
¿a quién temeré?
El defensor de mi vida es El Señor,
¿quién me hará temblar?
El Señor es mi salvación y mi luz.
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
El Señor es mi salvación y mi luz.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
El Señor es mi salvación y mi luz.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Lectura del santo evangelio según san “Juan 12, 1-11”.
Seis días antes de la Pascua, Jesús fue a Betania, donde resucitó a Lázaro de entre los muertos. Lo invitaron a cenar. Marta vino a la mesa, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con ella. Y entonces María agarro lo que es una libra de auténtico bálsamo de que es de nardo especiado muy caro, lo puso sobre los pies de Jesús y entonces lo secó con sus gran cabellos, y la casa se llenó del olor del bálsamo.
Judas Iscariote, uno de los 12 discípulos quién iba a entregar a Jesús, exclamó: “¿Por qué el bálsamo no es posible vender por trescientos denarios y se les entrega a los que son pobres?” “Esto dice, no es porque se preocupara por los que son pobres”, “sino porque en verdad era un ladrón”, y como él era el encargado de la bolsa, y se robó lo que había en ella. Entonces Jesús dijo: “Déjenlo en paz.
Lo dejo para el día en que me entierren, porque los pobres siempre estarán con ustedes, pero yo no siempre”. Al mismo tiempo, la multitud judía sabía que Jesús estaba allí no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro que había resucitado de entre los muertos. El sumo sacerdote decidió matar a Lázaro porque muchos judíos creían en Jesús a causa de él.
Reflexión del santo evangelio:
La lectura del Santo Evangelio según San Juan 12, 1-11 nos presenta un momento importante en la vida de Jesús, justo seis días antes de la Pascua. En esta ocasión, Jesús se encuentra en Betania, donde vive Lázaro, a quien previamente había resucitado de entre los muertos. Durante su estancia en la casa de Lázaro, María, la hermana del resucitado, decide ungir los pies de Jesús con una libra de perfume de nardo auténtico, un gesto de gran significado en la época, que muestra la devoción y amor que ella siente hacia su Señor.
Sin embargo, este gesto no es bien recibido por Judas Iscariote, uno de los discípulos de Jesús, quien se queja del gasto que se ha realizado con el perfume, afirmando que se podría haber vendido para ayudar a los pobres. Aunque en apariencia su comentario parece noble, en realidad oculta una intención maliciosa, ya que Judas era conocido por robar de la bolsa común. Jesús, al conocer las verdaderas intenciones de Judas, defiende el acto de María, reconociendo la importancia que tiene para él.
Es interesante notar cómo la multitud de judíos que se entera de la presencia de Jesús y Lázaro acude a verlos. A pesar de que algunos, como los sumos sacerdotes, estaban dispuestos a matar a Lázaro por el poder que había demostrado Jesús al resucitarlo, muchos otros se acercaban a él, creyendo en su palabra y en su capacidad de realizar milagros.
Esta lectura nos invita a reflexionar sobre la importancia de mantener una verdadera devoción hacia Dios, más allá de cualquier otro interés. María, con su gesto de amor y entrega, muestra su devoción sincera hacia Jesús, mientras que Judas, con sus intenciones ocultas, demuestra su falta de fe y compromiso con el Maestro. Es importante que en nuestra vida mantengamos siempre una actitud de humildad, amor y servicio hacia los demás, como lo hizo María, para poder acercarnos cada vez más a Dios.