XXXIV semana del Tiempo ordinario:
Lecturas de hoy 30 de noviembre 2023.
Primera lectura de hoy de la carta del apóstol san Pablo a los ‘Romanos 10, 9-18’.
Hermanos y hermanas, basta que todos confiesen con la boca a Jesús como Señor y crean en el corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos y les trajo la salvación. De hecho, para ser santificado es necesario creer con el corazón, y para ser salvo es necesario proclamar con la boca. Por eso dice la Escritura: Todo aquel que en Él cree, no será avergonzado, porque no hay diferencia entre judío y griego, porque uno es Señor de todos y da toda gloria a todos los que le invocan. Cualquiera que invoque al Señor como su Dios será salvo por él.
Si no creen en el Señor, ¿Cómo lo invocarán? ¿Y cómo puedes creer en Él si nunca has oído hablar de Él? ¿Y cómo te enterarás si no hay nadie ahí para decírtelo? ¿Qué pasa con las personas que publican si no las envías? Por eso la Biblia dice: ¡Qué maravilloso es ver a los mensajeros de la buena nueva corriendo por los montes! Sin embargo, no todos creen en el evangelio.
Isaías dijo esto hace mucho tiempo: “Señor, ¿Quién ha creído a nuestro mensaje? Por tanto, la fe proviene de la predicación, y la predicación es la predicación de la palabra de Cristo. Entonces pregunto. ¿No escucharon el sermón? Por supuesto que lo escucharon. Porque la escritura dijo: ‘La voz de los que son mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras a llegado hasta el último rincón de la tierra’.
Salmo responsorial de hoy 18, 2-3. 4-5. A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento difunde la obra de sus manos:
el día al día le transfiere el mensaje,
y la noche se lo murmura a la noche.
A toda la tierra alcanza su pregón.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 4, 18-22’.
En ese tiempo, una vez que Jesús andaba por la ribera del mar del pueblo de Galilea, miro a dos hermanos, Simón, que es llamado después Pedro, y también Andrés, los cuales se encontraban echando las redes al mar, porque ellos eran pescadores. les dijo Jesús: ‘Síganme y yo os haré pescadores de hombres’. Entonces ellos inmediatamente abandonaron las redes y entonces lo siguieron. Pasando más adelante, miro a otros dos hermanos, Juan y Santiago, hijos de Zebedeo, que se encontraban con su padre en la barca, remendando las redes, y también los llamó. Ellos, dejando enseguida la barca y también a su padre, y lo siguieron.
Reflexión del evangelio de san Mateo 4, 18-22:
La lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 18-22 nos presenta una poderosa reflexión sobre la vocación y el llamado a seguir a Jesús. En este pasaje, Jesús invita a Simón Pedro, Andrés, Santiago y Juan a dejar sus vidas como pescadores para convertirse en “pescadores de hombres”. Este llamado no solo implica un cambio de ocupación, sino una transformación completa de su propósito y misión en la vida.
El mensaje central de este pasaje es la disposición inmediata de estos hombres para seguir a Jesús. Ellos no dudan ni cuestionan, simplemente “dejaron las redes y lo siguieron”. Este acto de fe y obediencia es un poderoso recordatorio para nosotros hoy. Nos desafía a considerar cómo respondemos al llamado de Jesús en nuestras propias vidas. ¿Estamos dispuestos a dejar nuestras “redes”, es decir, nuestras comodidades, ambiciones y planes, para seguir a Jesús?
Además, este pasaje destaca la importancia de la comunidad en la misión de Jesús. No llama a individuos aislados, sino a hermanos, a formar parte de su misión. Esto subraya el valor de la fraternidad y la colaboración en la obra del evangelio.
En resumen, el evangelio de Mateo 4, 18-22 nos desafía a responder con fe y obediencia al llamado de Jesús, a estar dispuestos a dejar todo por seguirle y a valorar la importancia de la comunidad en nuestra misión cristiana. Cada uno de nosotros está llamado a ser un “pescador de hombres”, llevando el amor y la luz de Cristo a aquellos que nos rodean.