XXI semana del Tiempo ordinario:
Lecturas de hoy 31 de agosto 2023.
Primera lectura de hoy de la primera carta del apóstol san Pablo a los ‘Tesalonicenses 3, 7-13’.
Hermanos: En todos nuestros problemas y tristezas, vuestra fe ha sido un gran consuelo para nosotros. Saber que siguen fieles al Señor nos llena de vida ahora. ¿Cómo podemos agradecer correctamente a Dios por nuestro gozo en ti y orar día y noche para que nos permita verte en persona para llenar lo que aún falta en tu fe? Que Dios nuestro Padre y Jesucristo nuestro Señor nos conduzcan hasta ti. Que el Señor os llene de amor unos para con otros y para con todos, como yo lo tengo para con vosotros, y que vuestros corazones sean santos e irreprensibles delante de Dios nuestro Padre hasta el día en que Él regrese. Jesús está con todos sus santos.
Salmo responsorial de hoy 89, 3-4. 12-13. 14 y 17 R. Sácianos de tu compasión, Señor, y estaremos alegres.
Tú reduces al hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu existencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna.
Sácianos de tu compasión, Señor, y estaremos alegres.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos.
Sácianos de tu compasión, Señor, y estaremos alegres.
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será júbilo y alegría.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga crecer las obras de nuestras manos.
Sí, haga prosperas las obras de nuestras manos.
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 24, 42-51’.
En ese tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: ‘Estad alerta y estén preparados’, ‘porque no sabéis cuándo viene nuestro Señor’. Esten seguros de que si el señor sabe cuándo viene el ladrón, estará alerta y no lo dejará. colarse por un agujero en su casa.” Estad también preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperéis. He aquí un siervo fiel y prudente, a quien su señor pone sobre todos sus siervos, para que reciba su alimento a tiempo.
Feliz el siervo, si el amo, cuando regresa, lo encuentra cumpliendo con su deber. Te aseguro que dejará todas sus posesiones. Pero si el siervo es un villano y piensa que el amo llega tarde y comienza a golpear a sus compañeros, a comer, a beber y a divertirse, el amo vendrá el día menos pensado, a la hora inesperada, y lo castigará severamente. Lo hace parecer un hipócrita. Por suerte entonces todo sera lloradera y desesperación”.
Reflexión del Evangelio según san Mateo 24, 42-51:
Jesús insta a sus discípulos a mantenerse vigilantes y preparados para su regreso, utilizando la analogía de un dueño de casa que se resguarda de un ladrón. Él enfatiza la incertidumbre de su llegada y la importancia del servicio leal. Los siervos fieles son recompensados, mientras que los infieles enfrentan graves consecuencias. El pasaje resalta la importancia de vivir fielmente cada día y anticipar la venida de Cristo. La lectura promueve la vigilancia tanto frente a los desafíos terrenales como frente al llamado último a la eternidad.
Permanecer vigilantes es esencial para acumular méritos que permitan entrar en el Reino de la vida. Estar plenamente despiertos y receptivos al llamado supremo es crucial. El texto destaca la necesidad de mantener una conciencia clara y una claridad interior ante Dios. Énfasis en que el cambio es posible mientras uno está vivo y en responder al llamado de Dios. El pasaje asegura que los seguidores sinceros de Cristo no deben temer al sufrimiento ni a la muerte. A través de la vigilancia, un corazón puro y un espíritu dispuesto, abrazan la vida eterna sin temor.
La vigilancia sostenida requiere de una oración y reflexión constantes, obteniendo fuerza del Espíritu Santo, la Eucaristía, las Escrituras y la meditación. La recompensa incluye paz interior, serenidad mental y alegría sincera.
El Papa Francisco enfatiza la poderosa virtud de la esperanza, encarnada en el regreso del Señor resucitado con amor y poder transformadores. Vincula el triunfo de Jesús al triunfo de la Cruz, ilustrando que el sacrificio por los demás, reflejando a Cristo, es la única fuerza triunfal en medio de la confusión y tragedias mundiales.
Reflexionando sobre el último día de la historia, hay dos formas de anticipación. La primera es similar a un soldado que teme un inminente ataque enemigo desde su trinchera. Temen las posibles consecuencias pero no actúan para evitarlas. La segunda forma se asemeja a una esposa esperando el regreso de su esposo ausente, preparándose ansiosamente para su llegada.
El texto concluye que los cristianos deben vivir sin miedo, enfocados en una vida fiel diaria mientras reconocen la gravedad de sus acciones. La preparación, junto con la alegría por el inminente encuentro con Dios, es vital. El texto sugiere ofrecer pequeños sacrificios y buscar la gracia para fortalecer las virtudes necesarias para cultivar el amor hacia los demás. Al abrazar la fe, la vida adquiere una nueva perspectiva centrada en las recompensas eternas. Te dejamos una linda alabanza para escuchar…