Lecturas de hoy 5 de mayo 2023.
Lectura del libro de los Hechos de los ‘apóstoles 13, 26-33’.
En aquellos días Pablo continuaba predicando en la sinagoga de Antioquía de Pisidia, y decía estas palabras: “Hermanos míos, que son de la familia de Abraham y también de todos los que en realidad temen a Dios: Este mensaje de salvación les ha sido anunciado. Los habitantes que son del pueblo de Jerusalén y todas sus autoridades no conocieron a Jesús, y entonces al condenarlo, y entonces cumplieron las palabras de los profetas.
Que leen todos los sábados: No pudieron encontrar nada maldito en Jesús, pero le pidieron a Pilato que lo ejecutara. Y cuando hubieron cumplido todo lo que estaba escrito acerca de Él, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en un sepulcro. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y él, ya resucitado, se apareció muchos días a los que lo seguían desde Galilea hasta Jerusalén. “Entonces ahora son sus testigos ante el pueblo”. Tenemos buenas noticias, Dios ha cumplido la promesa que nos hizo a nosotros, hijos, a nuestros padres, de resucitar a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy.
Salmo responsorial de hoy 2, 6-7. 8-9. 10-11 y 12a. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
Yo mismo he establecido a mi Rey
en Sión, mi monte santo.
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me dijo: Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy.
Yo te he dado vida hoy, Tú eres mi Hijo.
Pídemelo:
te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza».
Yo te he dado vida hoy, Tú eres mi Hijo.
Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando.
Lectura del santo evangelio según san ‘Juan 14, 1-6’.
En ese momento, Jesús hablo y dijo a los que son sus discípulos: “No perdáis la paz. Si en verdad creen en Dios, creed también en mí. La casa de mi padre tiene muchas habitaciones. Si no, te lo diría porque ahora tengo sitio para ti. Fui a preparar un lugar para vosotros, y luego volví y os llevé conmigo, donde yo estaba, allí también estáis vosotros. Y ellos ya sabían el camino hacia donde yo iba. ” Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas, entonces, ¿Cómo sabemos el camino?” Entonces Jesús le replicó: «Yo soy el camino, la vida y la verdad. Y nadie viene al Padre sino por mí».
Reflexión del evangelio de hoy:
El pasaje del Evangelio de Juan nos presenta una reflexión muy profunda acerca de la fe y la vida después de la muerte. Jesús habla a sus discípulos y les pide que no pierdan la paz, que confíen en Dios y en él mismo. Les asegura que en la casa de su Padre hay muchas habitaciones y que él va a prepararles un lugar para que estén con él en su gloria.
Es una promesa llena de amor y esperanza, que nos invita a confiar en el plan divino y en la vida eterna. Jesús les asegura a sus discípulos que él es el camino hacia el Padre, la verdad que nos libera y la vida que nos conduce a la felicidad eterna. Él es el camino que nos conduce hacia la verdadera vida, la que no termina con la muerte, sino que trasciende y nos lleva hacia la presencia del Padre.
La respuesta de Tomás es muy humana y comprensible. No entiende dónde va Jesús ni cómo pueden llegar a él. Pero la respuesta de Jesús es muy clara y directa: él es el camino, la verdad y la vida. No hay otro camino que pueda llevarnos al Padre, sino Jesús mismo.
Esta lectura del Evangelio nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe y confianza en Jesús. ¿Realmente creemos que él es el camino, la verdad y la vida? ¿Confiamos en que él nos está preparando un lugar en la casa del Padre? Si es así, entonces podemos vivir con paz y esperanza, sabiendo que Jesús nos está guiando y protegiendo en cada paso de nuestra vida.