Lecturas de hoy 6 de enero 2024.
Primera lectura de hoy del libro de ‘Isaías 60, 1-6’.
¡Levántate y resplandece, pueblo de Jerusalén, porque tu luz llega; la gloria del Señor amanece sobre ti! Las sombras cubren la tierra, la tiniebla de los pueblos, pero el Señor sobre ti amanecerá, y su gloria se verá sobre ti. Los pueblos caminarán a tu luz, los reyes de tu aurora al resplandor. Alzaran la vista en torno, mira: todos esos se han juntado, vienen hacia ti; desde lejos llegan tus hijos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo miraras, y estarás radiante; se asombrará tu corazón, se ensanchará, porque la opulencia del mar sobre ti se vuelca, y llegan a ti las riquezas de los pueblos. Te cubrirá una muchedumbre de camellos, dromedarios de Efá y de Madián. Todos los de Saba llegan y consigo traen oro e incienso, y proclaman las alabanzas del Señor.
Salmo 71, 1bc-2. 7-8. 10-11. 12-13. Se inclinaran ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que a tu pueblo rija con justicia,
a tus humildes con rectitud.
Se inclinaran ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que la luna falte;
domine de mar a mar,
del Gran Río al limite de la tierra.
Se inclinaran ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Los reyes de las islas y de Tarsis
le paguen tributo.
Los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
postrense ante él todos los reyes,
y sirvanle todos los pueblos.
Se inclinaran ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del indigente y del pobre,
y salvará la vida de los pobres.
Segunda lectura de hoy de la carta del apóstol san Pablo a los ‘Efesios 3, 2-3a. 5-6’.
Hermanos: Habéis escuchado hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha otorgado en favor de vosotros, los gentiles. Ya que se me dio a saber por revelación del misterio, que no había sido revelado a los hombres en otros tiempos, como ha sido manifestado ahora por el Espíritu a sus apóstoles y profetas: que también son coherederos los gentiles, miembros del mismo cuerpo, y de la misma promesa son partícipes en Jesucristo, por el Evangelio.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 2, 1-12’.
Cuando Jesús nació en Belén de Judea durante el reinado del rey Herodes, unos magos de Oriente aparecieron en Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde nació el Rey de los judíos? Porque hemos visto salir su estrella y hemos venido a adorarlo. Cuando Herodes oyó esto, toda Jerusalén se escandalizó. Llamó a los principales sacerdotes y a los escribas del país y les preguntó dónde nacería el Mesías. Ellos le respondieron: ‘En Belén de Judea el profeta a escrito lo siguiente’: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá’.
Ciertamente no eres el último ciudades de Judá, Porque el jefe sale de ti ¿Quién protegerá a mi pueblo Israel? Entonces Herodes llamó en secreto a los magos y les dijo cuándo aparecería la estrella, y los envió a Belén, diciendo: “Ve a ver cómo está el niño. Si lo encuentras, díselo y yo iré a presentar mis respetos”. Después de escuchar las palabras del rey, partieron.
De repente, la estrella en ascenso que vieron comenzó a guiarlos. , hasta detenerse donde está el niño. Cuando vieron la estrella se pusieron muy contentos, muy contentos. Cuando entraron en la casa y vieron al niño y a María su madre, se postraron y lo adoraron. Luego abrieron el cofre y le dieron regalos: oro, incienso y mirra. Recibieron en sueños un oráculo de que no regresarían a Herodes, sino que se retiraron a su país por otro camino.
Reflexión del evangelio de san Mateo 2, 1-12:
El relato del nacimiento de Jesús en Belén y la visita de los Reyes Magos contiene una profunda enseñanza espiritual. Aunque Jesús nació en humildes circunstancias, como un niño pobre en un establo, su llegada fue anunciada como la del “Rey de los judíos”. Los magos del oriente, guiados por una estrella, viajaron desde tierras lejanas para rendirle homenaje al recién nacido, reconociéndolo como alguien único y especial.
Los magos simbolizan que Jesús vino para toda la humanidad, no sólo para el pueblo judío. Le ofrecieron regalos valiosos que representan distintos aspectos de su persona y misión: el oro, por su realeza; el incienso, por su divinidad; y la mirra, por su sacrificio redentor. La actitud de búsqueda y adoración de los magos es un modelo para todos los que anhelamos acercarnos a Jesús.
El relato también muestra las fuerzas hostiles a Jesús, representadas en el rey Herodes. Los planes e intereses humanos se oponen frecuentemente a los designios divinos. Pero Dios puede transformar toda circunstancia para el bien, como salvó providencialmente al niño Jesús del intento de Herodes por matarlo.
La lectura invita a contemplar con fe el gran misterio de la encarnación del Hijo de Dios y a buscarlo con la misma actitud de los magos, para llenarnos de su alegría y paz. Debemos abrirle nuestro corazón, ofrecerle lo mejor de nosotros mismos y dejar que su luz ilumine nuestra vida, para ser testigos de su amor en el mundo.
