Homilía Santo Domingo:
Lecturas de hoy 8 de agosto 2023.
Primera lectura de hoy del libro de ‘Isaías 52, 7-10’.
que bonitos son en las montañas. Proclamad los pies del Mensajero de la Paz. Anunciando las buenas noticias, predicar justicia, dijo a Sión: “¡Tu Dios reina!”. Escucha: tus guardias están llorando, coro. Porque vieron al Señor cara a cara, que volverá a Sión. empezar un coro ruinas de jerusalén. Porque a su pueblo el Señor ha consolado. Redimió a Jerusalén. El Señor encontró su mano santa. A los ojos de la gente de todos los países, verán los confines de la tierra la salvación de nuestro Dios.
Salmo responsorial de hoy 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 10. Las maravillas del Señor contad a todas las naciones.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.
Las maravillas del Señor contad a todas las naciones.
Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Las maravillas del Señor contad a todas las naciones.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
la gloria implorad y el poder del Señor,
implorad la gloria del nombre del Señor.
Las maravillas del Señor contad a todas las naciones.
A los pueblos decid: «El Señor es rey:
el orbe él afianzó, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente».
Segunda lectura de hoy de la segunda carta del apóstol san Pablo a ‘Timoteo 4, 1-8’.
Querido hermano: Os exhorto delante de Dios y de Cristo Jesús, que juzgará a los vivos y a los muertos, cuando se manifieste y en su reino: predicad la palabra, hablad siempre, argumentad, reprended, exhortad con toda soberbia y doctrina. Porque llegará el día en que ya no sufrirán por la sana doctrina, sino que se rodearán de maestros conforme a sus deseos y lo que les gusta oír; sus oídos no escucharán la verdad, sino que se volverán a las fábulas.
Pero sois prudentes en todo, soportad el sufrimiento, predicad el evangelio y desempeñad bien vuestros deberes. Bien, ‘estoy siendo derramado’, ‘y el tiempo de mi partida está próxima’. He peleado una batalla noble, he terminado el juego, me he mantenido firme. De otra manera, la corona de justicia me está reservada, y el Señor, el juez justo, me la dará en aquel día. No solo para mí, sino para todos los que esperan con amor su aparición.
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 5, 13-19’.
En ese momento, dijo Jesús a los que son sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se oscureciera, ¿con qué la encurtirían? Solo sirve para tirar para que la gente se suba. Eres la luz del mundo. ‘No es posible esconder una ciudad construida sobre una colina’. La lámpara no se enciende colocándola debajo de un balde, sino colocándola en un candelabro para que pueda iluminar a todos en la casa.
‘Alumbre’, ‘pues, vuestra luz frente de los hombres’, ‘para que observen sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos’. ‘Pues no piensen que he venido a abolir la ley y los profetas’: ‘no he venido a abolir’, ‘sino a dar abundancia’. ‘De cierto os digo que el cielo y la tierra pasarán’, hasta que no se cumpla más la última letra o acento de la ley. El que omite uno de las leyes menos importantes y así enseña, ‘será el menos importante en el Reino de los Cielos’. Quien los realice y los enseñe será grande en el cielo.
Reflexion del Evangelio según San Mateo 5, 13-19:
Jesús se dirige a sus discípulos para transmitirles enseñanzas fundamentales sobre su papel en el mundo y su relación con la Ley y los Profetas. Utiliza poderosas metáforas para ilustrar su mensaje y exhortar a sus seguidores a vivir de acuerdo con sus valores.
Jesús compara a sus discípulos con la “sal de la tierra” y la “luz del mundo”. Estas metáforas encierran significados profundos y responsabilidades esenciales para aquellos que siguen su camino. Así como la sal tiene la función de preservar y dar sabor, los creyentes deben influir positivamente en su entorno, evitando la corrupción y añadiendo significado y propósito a la vida de los demás. Sin embargo, Jesús advierte que si la sal pierde su sabor, se vuelve inútil y se desecha. De manera similar, si los seguidores de Jesús se dejan influenciar por las corrientes negativas del mundo, pierden su capacidad de impactar positivamente.
La metáfora de la “luz del mundo” subraya la importancia de la visibilidad y la guía espiritual. Justo como una ciudad en la cima de una montaña es claramente visible y proporciona orientación, los creyentes deben irradiar la luz de la verdad y la rectitud en un mundo lleno de oscuridad espiritual. La luz no se coloca debajo de un candelero, sino en un lugar donde pueda iluminar a todos. De manera similar, los seguidores de Jesús deben compartir sus creencias y valores abiertamente para que otros puedan ser inspirados y guiados por su ejemplo.
Jesús también enfatiza que no ha venido a abolir la Ley y los Profetas, sino a darles plenitud. Esto refuerza la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y destaca la importancia de vivir en armonía con los preceptos divinos. Aunque algunos preceptos pueden parecer menores, su observancia y enseñanza siguen siendo cruciales para demostrar la fidelidad y el respeto por la voluntad de Dios.
En resumen, este pasaje del Evangelio nos llama a ser activos y conscientes en nuestro rol como discípulos de Jesús. Debemos influir positivamente en el mundo, preservando sus valores y mostrando el camino hacia la verdad y la luz. Mantener nuestra autenticidad es esencial, evitando ser arrastrados por influencias negativas y comprometiendo nuestro testimonio. Al vivir según los valores de Jesús y respetar la Ley divina, podemos cumplir nuestro propósito de ser la “sal de la tierra” y la “luz del mundo”.