Quinta Semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 9 de febrero 2024.
Primera lectura de hoy del Primer Libro de los ‘Reyes 11,29-32; 12,19’.
En aquel tiempo, Jeroboam, siervo de Salomón, salió de Jerusalén, y en el camino se encontró con Ajías, el profeta de Silo, vestido con ropas nuevas. Estaban solos en el suelo. Entonces Ajías tomó su manto y lo rasgó en doce pedazos, y dijo a Jeroboam: Toma diez pedazos, porque el Señor, Dios de Israel, le mandó, diciendo: Destrozaré el reino de Salomón. Y os daré diez tribus, y una tribu de Salomón, por amor de mi siervo David, y Jerusalén, la ciudad que he escogido entre todas las tribus, la tribu de Israel. Desde entonces hasta el día de hoy Israel ha sido separado de la casa de David.
Salmo responsorial de hoy 80,10.11ab.12-13.14-15. Yo soy el Señor, Dios tuyo: oye mi voz.
No tendrás un dios extraño,
no aforarás un dios extranjero;
yo soy el Señor, Dios tuyo,
que de la tierra de Egipto te saqué.
Yo soy el Señor, Dios tuyo: oye mi voz.
Mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.
Yo soy el Señor, Dios tuyo: oye mi voz.
¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Marcos 7,31-37’.
En ese tiempo, Jesús salió de la región de Tiro y pasó por Sidón de regreso al mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis. Le trajeron un hombre sordo y tartamudo y le pidieron que le pusiera las manos encima. Lo aisló de todos, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Luego miró al cielo, suspiró y dijo: ‘¡Effeta!’ (que significa “¡ábrete!”).
Al instante sus oídos se abrieron, se relajó su lengua y comenzó a hablar sin ninguna dificultad. Les ordenó que no le dijeran a nadie sobre eso. Pero cuanto más ordenaba, más firmemente lo anunciaban; Todos se sorprendieron y dijeron: ‘¡Todo lo hace bien!’ Él hace oír a los que son sordos y hablar a los que son mudos.
Reflexión sobre el Evangelio según San Marcos 7, 31-37:
El pasaje del Evangelio de San Marcos 7, 31-37 nos presenta una poderosa enseñanza de Jesús, quien, a través de su milagro de curación, nos muestra la gran importancia de la comunicación y la apertura.
Jesús, en su viaje por la región del pueblo de Decápolis, se encuentra con un hombre sordo y también un tartamudo. A través de su intervención divina, Jesús no solo le devuelve al hombre su capacidad para oír y también de hablar, sino que también le abre un nuevo mundo de posibilidades. Este gran acto de Jesús, simbolizado por la palabra “Effetá” que tiene un significado de (¡Ábrete!), es un llamado a todos nosotros para abrir nuestros oídos a la verdad y nuestra boca para proclamarla.
Este gran milagro es un recordatorio de que, a pesar de nuestras limitaciones y dificultades, somos capaces de superarlas con la ayuda de Dios. La insistencia de la gente en proclamar el milagro, a pesar de las instrucciones de Jesús, refleja nuestra necesidad humana de compartir las buenas noticias y celebrar los milagros en nuestras vidas.
En resumen, el pasaje del Evangelio de San Marcos 7, 31-37 nos invita a abrirnos a las posibilidades que Dios nos ofrece, a escuchar su palabra y también proclamar su amor y bondad en nuestras vidas.