Momentos de oración y Adoración te alabamos y te glorificamos Jesús tus hijos Estamos aquí señor aquí estamos aquellos que necesitamos hoy venimos a beber de las aguas de la salvación hoy venimos a beber a este Oasis el señor quiere refrescarnos el señor quiere refrescar tu corazón queremos unirnos a los hermanos de manera especial a los misioneros eucarísticos que son los que comparten el link aquellos que evangelizan con nosotros hermanos Dios bendiga a aquellos que extienden el reino de Dios Dios bendiga a aquellos que comparten la bendición Gracias Jesús Cuando llega la tarde Jesús invocamos tu nombre y te decimos con los discípulos de Emaús Quédate con nosotros porque se hace tarde Quédate Jesús porque te necesitamos Quédate Señor porque si no me siento solo me siento triste Quédate Señor tú que estás en otro país tú que estás distante señor que hoy nos unamos en torno a ti el amor nos une el amor a Jesús sacramentado hagamos de esta hora una cadena de bendición comparte la bendición Bendito Dios amen.
Momentos de oración y Adoración
- Reconocimiento de la Presencia Divina
En la oración, reconocemos que Dios está siempre presente, más cerca de lo que podemos imaginar. No necesitamos palabras elaboradas para acercarnos a Él, solo un corazón dispuesto a reconocer su amor incondicional. Es un momento en que nos rendimos a su grandeza y permitimos que su luz ilumine nuestras vidas. - Confianza y Abandono
La oración es un acto de confianza plena en Dios. Nos presentamos ante Él tal como somos, con nuestras alegrías, penas, miedos y esperanzas. En ese diálogo sincero, dejamos nuestras preocupaciones en sus manos, confiando en que Él tiene el control y nos guiará por el camino correcto, aunque a veces no lo entendamos. - Agradecimiento por las Bendiciones
Orar también es un momento para agradecer por todas las bendiciones recibidas. A menudo, nos enfocamos en lo que nos falta, pero en la oración aprendemos a reconocer lo mucho que hemos recibido. Cada respiración, cada día vivido, cada pequeño detalle es un regalo de Dios, y la gratitud nos abre los ojos a su bondad. - Petición de Fortaleza y Sabiduría
En nuestras oraciones, pedimos fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida y sabiduría para tomar decisiones correctas. No pedimos que se eliminen los problemas, sino que se nos conceda la capacidad de superarlos con fe y esperanza. Dios no siempre cambia las circunstancias, pero sí cambia nuestro corazón para afrontarlas. - Intercesión por los Demás
Un momento esencial en la oración es la intercesión por los demás. Oramos por nuestras familias, amigos, por quienes sufren o están en necesidad. Nos convertimos en canales de la gracia de Dios para ellos, confiando en que su amor puede sanar y transformar sus vidas, incluso en situaciones donde nosotros no podemos intervenir. - Escucha Activa del Espíritu Santo
La oración no es solo hablar; es también escuchar. Es en esos momentos de silencio donde permitimos que el Espíritu Santo nos guíe y nos inspire. A veces, Dios responde a nuestras preguntas no con palabras audibles, sino con intuiciones, con paz en el corazón o con una nueva claridad para enfrentar las situaciones que nos preocupan. - Transformación del Corazón
Cada momento de oración nos transforma. Aunque no siempre veamos cambios inmediatos, el simple hecho de acercarnos a Dios, de confiarle nuestras vidas, nos va moldeando. La oración nos ayuda a alinearnos con su voluntad, a vivir con más amor, paciencia y humildad. Es un proceso continuo donde, poco a poco, nos volvemos más semejantes a Cristo.
La oración es un camino que nos acerca a Dios y, en ese encuentro, somos renovados.
