Lecturas de hoy 16 de mayo 2023.
Primera lectura de hoy del libro de los Hechos de los ‘apóstoles 16, 22-34’.
En aquellos días el pueblo de Filipos se rebeló contra Pablo y Silas, y los jueces los hicieron desnudar y azotar. Después de golpearlos, los metió en la cárcel e hizo que el carcelero los cuidara. Con esta orden los metió en la cárcel más recóndita y les sujetó los pies al cepo. A medianoche, Pablo y Silas oraron y cantaron himnos al Señor mientras los demás presos escuchaban. De repente hubo un golpe violento, los cimientos de la prisión temblaron, las puertas de la prisión se abrieron y las cadenas de todos se soltaron.
El carcelero se despertó y vio la puerta de la prisión abierta de par en par, y pensando que el prisionero se había escapado, sacó su espada y se suicidó. Pero entonces Pablo le grita: “No te hagas daño, estamos todos aquí”. El carcelero pide una luz, se precipita y cae temblando a los pies de Pablo y Silas. Entonces los sacó de allí y preguntó: “¿Qué debo hacer para salvarme?” ‘respondieron’: ‘En el Señor Jesús cree’, ‘tú y tu familia serán salvos’.
Y le explicaron la palabra del Señor a él y a él, y toda la familia escucha. El carcelero los llevó aparte y les lavó las heridas a la misma hora esa noche, y él y su familia fueron bautizados inmediatamente. Luego los invitó a su casa, les puso una mesa y celebraron la reunión familiar porque creían en Dios.
Salmo responsorial de hoy 137, 1bcd-2a. 2bc-3. 7c-8. Tu derecha me salva, Señor.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario.
Tu derecha me salva, Señor.
Daré gracias a tu nombre
por tu misericordia y tu lealtad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Tu derecha me salva, Señor.
Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Lectura del santo evangelio según san ‘Juan 16, 5-11’.
En ese momento, ‘dijo Jesús a sus discípulos’: ‘Ahora voy al que me envió’, ‘y nadie de vosotros me pregunta’: ‘¿Adónde vas?’ ‘Y esta es la verdad que yo os digo’: Voy por vosotros, porque el Abogado no vendrá a vosotros si yo no voy, al contrario, si me voy, os lo enviaré. Cuando él venga, determinará la culpa del mundo en materia de pecado, justicia y juicio; lástima porque no me creen; justicia, porque voy al Padre, y no me veréis más; ‘de juicio’, ‘porque quien es el príncipe de este mundo juzgado ha sido’.
Reflexión del santo evangelio del día de hoy:
El pasaje del Evangelio según San Juan 16, 5-11 nos muestra una conversación entre Jesús y sus discípulos antes de su partida. En este diálogo, Jesús les dice a sus seguidores que se va al que lo envió y que les conviene que se vaya. Esto puede parecer extraño al principio, pero Jesús explica que si no se va, el Paráclito, el Espíritu Santo, no vendrá a ellos. Es decir, Jesús tiene que irse para que el Espíritu Santo pueda venir a estar con sus discípulos.
La tristeza que sienten los discípulos por la partida de Jesús se debe a su falta de comprensión sobre el plan divino. Jesús les asegura que su partida es necesaria para que el Espíritu Santo pueda guiarlos en su camino hacia la verdad. Esto nos enseña una lección importante sobre la fe y la confianza en la voluntad de Dios.
Además, el Espíritu Santo no solo guiará a los discípulos, sino que también establecerá la culpabilidad del mundo en materia de pecado, justicia y juicio. El pecado se refiere a aquellos que no creen en Jesús. La justicia se refiere a que Jesús se va al Padre y ya no será visto por los discípulos, lo que significa que su muerte y resurrección son suficientes para la salvación. Y el juicio se refiere a que el príncipe de este mundo, Satanás, ya está condenado.
En resumen, este pasaje del Evangelio nos recuerda la importancia de confiar en la voluntad de Dios y en su plan para nuestras vidas. También nos recuerda que la partida de Jesús fue necesaria para que el Espíritu Santo pudiera venir a nosotros y guiarnos en nuestro camino hacia la verdad. Y finalmente, nos recuerda que el pecado será juzgado y que la justicia y la condena ya han sido establecidas.
