XIII semana del Tiempo ordinario
Lecturas de hoy 7 de julio 2023.
Primera lectura de hoy del libro del ‘Génesis 23,1-4.19;24,1-8.62-67’.
Sara vivió ciento veintisiete años y murió en Quiryat Arba (actualmente Hebrón) en la tierra de Canaán, y Abraham lloró y se lamentó por ella. Cuando terminó el duelo, Abraham se puso de pie y les dijo a los heteos: “Forastero soy entre vosotros. Dame el título de una tumba en tu tierra donde pueda enterrar a mi esposa. Abraham enterró a Sara en una cueva en el campo de Makpelá frente a Mambré (Hebrón) en Canaán. Abraham era muy anciano, y el Señor lo bendijo en todo.
Abraham le dijo al sirviente mayor de la familia, que estaba a cargo de todas sus posesiones: “Pon tu mano debajo de mi muslo y júrame por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no volveré a tomar a mi hijo como una mujer. de la mujer de los que son cananeos viviré para ella, pero tú vendrás hacia mi tierra y encontraras entre mis parientes a una mujer para Isaac mi hijo.
Entonces le dijo el sirviente: ‘Si la mujer no desea ir conmigo a esta tierra’, ‘¿Entonces a tu hijo debo llevar de allí?’ Abraham respondió: “No lleves a mi hijo allí. ‘El Señor’, el Dios del cielo y de la tierra, y entonces de la casa de mi padre me sacó y de mi tierra y juró dar esta tierra a los que son mi descendencia, y él enviará sus ángeles a ti para que para que tengas una esposa para mi hijo.
Si la mujer no quiere ir contigo, ya no maldices. Pero por alguna razón no lleves a mi hijo allí. ” [El siervo fue a la tierra de Abraham y volvió con Rebeca, hija de Betuel, pariente de Abraham]. Isaac acaba de regresar de Lajai-Roi y vive en el área sur. Isaac estaba caminando en un campo una tarde cuando miró hacia arriba y vio venir camellos.
Cuando Rebeca lo vio, se apeó de su camello y preguntó a su sirviente: “¿Quién es este hombre que sale del campo hacia nosotros?” El sirviente respondió: “Es el amo”. Luego tomó el velo sobre su rostro. El criado le contó a Isaac lo que había hecho. Isaac lleva a Rebeca a la tienda de su madre Sarah, la toma como esposa y se consuela con su amor por la muerte de su madre.
Salmo responsorial de hoy 105. Dad gracias al Señor porque es bueno.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
¿Quién podrá contar las hazañas de Dios,
pregonar toda su alabanza?
Dad gracias al Señor porque es bueno.
Dichosos los que respetan el derecho
y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí
por amor a tu pueblo.
Dad gracias al Señor porque es bueno.
Visítame con tu salvación:
para que vea la alegría de tus escogidos,
y me alegre con la dicha de tu pueblo,
y me gloríe con tu heredad.
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 9, 9-13’.
En ese momento, ‘miro a un hombre Jesús de nombre Mateo postrado a la mesa del recaudador de impuestos y entonces le dijo’: ‘¡Sígueme!’ Se levantó y lo siguió. Más tarde, cuando estaba comiendo en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores se sentaron a comer con Jesús y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos preguntaron a sus discípulos: “¿Por qué vuestro Maestro come con publicanos y pecadores?” ‘En cuando escucho esto Jesús, les dijo’: ‘Los que están sanos no ocupan médico’, pero los enfermos sí. Así que sepa lo que esto significa: quiero misericordia, no sacrificio. ‘No he venido a llamar a los que son justos’, ‘sino a los que son pecadores’.
Reflexión del Evangelio según san Mateo 9, 9-13:
Esta lectura nos presenta un pasaje en el que Jesús llama a Mateo, un recaudador de impuestos, a seguirlo. Mateo responde de inmediato y se levanta para seguir a Jesús. Más tarde, mientras Jesús está en la casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sientan a comer con él y sus discípulos. Ante esto, los fariseos cuestionan por qué Jesús come con personas consideradas pecadoras y marginadas.
La respuesta de Jesús es clara y reveladora: “No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Jesús enfatiza que su misión es acudir a aquellos que más lo necesitan, a los que se encuentran en situaciones de pecado y alejados de Dios. Él muestra compasión y amor hacia aquellos considerados marginados por la sociedad.
Esta lectura nos invita a reflexionar sobre la actitud de Jesús y su llamado a la misericordia. Él no busca a los perfectos, sino a aquellos que reconocen su necesidad de redención. Jesús nos enseña que todos somos pecadores y necesitamos su amor y perdón. Nos recuerda que nuestra tarea como seguidores suyos es acercarnos a aquellos que están alejados de Dios, mostrarles compasión y ofrecerles la oportunidad de experimentar su misericordia.
Además, este pasaje nos desafía a examinar nuestras propias actitudes hacia los demás, especialmente hacia aquellos que consideramos diferentes o pecadores. Jesús nos llama a superar los prejuicios y a reconocer nuestra propia necesidad de perdón y transformación. Nos anima a abrir nuestros corazones y nuestras mesas, al igual que él lo hizo en la casa de Mateo, para acoger a aquellos que necesitan de la misericordia de Dios.
En resumen, esta lectura nos invita a reflexionar sobre la inclusividad y el amor misericordioso de Jesús. Nos desafía a seguir su ejemplo al acercarnos a los pecadores y marginados, recordando siempre que todos necesitamos la gracia y la misericordia de Dios. Que podamos ser instrumentos de su amor y testimoniar su mensaje de salvación a todos aquellos que más lo necesitan.
