Décima Semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 12 de junio 2024.
Primera lectura de hoy del primer libro de los Reyes 18, 20-39′.
En aquellos días el rey Ajab envió mensajeros a todas partes de Israel y reunió a los profetas de Baal en el monte Carmelo.
Entonces Elías fue hacia donde el pueblo y les dijo: ‘¿Hasta cuándo vais a estar inseguros?’ Si el Señor es el Dios verdadero, síganlo; Si es Baal, sigue a Baal.
Pero la gente no sabía qué responderle.
Les dijo Elías: Yo soy el único que quede entre los profetas del Señor.
Los profetas de Baal fueron cuatrocientos cincuenta.
Que nos den dos toros.
Que escojan uno, lo corten y lo metan en la leña sin encender el fuego.
Prepararé la vaca restante y la pondré sobre la leña sin encenderla.
Tú invocas a tu Dios y yo invoco al Señor.
El Dios que respondió enviando fuego es el Dios verdadero.
Todos respondieron: “Todo está bien”.
A los profetas de Baal, Elías dijo: ‘Escoged un toro y vallad primero, porque vosotros sois los más numerosos.
Ora a tu Dios pero no enciendas un fuego.
Entonces tomaron el novillo que les habían dado, lo prepararon y clamaron a Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Respóndenos, Baal.
Pero no hubo respuesta y continuaron bailando junto al altar que habían construido.
Cuando llegó el mediodía, Elías comenzó a burlarse de ellos y les dijo: “Lloren fuerte, porque tal vez su dios Baal esté ocupado hablando, o trabajando, o yendo.
‘Tal vez se encontraba dormido y así lo despertaron’.
Gritaron a todo pulmón y comenzaron a sangrar, como de costumbre, con cuchillos y puñetazos, hasta que la sangre fluyó por todo el cuerpo.
Cuando pasó el mediodía, cayeron en coma hasta la hora de la misa, pero no hubo respuesta y nadie respondió a sus oraciones.
Entonces dijo Elías al pueblo: ‘Venid hacia mi’.
» Y todos acudieron a él. Preparó el altar de Dios que había sido derribado.
Y cogió doce piedras, inconformidad al número de las tribus de los que son hijos de Jacob, de quienes había dicho el Señor: Serán llamados Israel.
Entonces edificó un altar al Señor con piedras y cavó alrededor del altar una zanja tan ancha como el surco.
Recogió leña, desolló la vaca y la colocó sobre la leña.
Y él dijo: Llenad cuatro tinajas de agua sobre el holocausto y sobre la leña.
» Y lo hicieron de esta manera.
Les volvió a decir: “Hacedlo de nuevo”. Y lo repiten.
Les dijo también: ‘Haced esto otra vez y por tercera vez’.
Y lo hacen de esta manera. Alrededor del altar, el agua fluye y llena el foso.
En el momento de la ofrenda, Elías el Profeta se adelantó y dijo: “El Señor es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
Demuestra hoy que tú eres el Dios de Israel, y que yo soy tu siervo, y por orden tuya he hecho todas estas cosas.
Señor, respondedme, respondedme, para que todo este pueblo sepa que tú, Señor, eres el verdadero Dios, quien sois capaz de cambiar los corazones.
Entonces cayó fuego del Señor y consumió el holocausto y la leña, y secó el agua en el foso.
Todos los que vieron esto tuvieron miedo y cayeron.
En la tierra dijo: Tú eres el Dios verdadero.
Eres el Dios verdadero.
Salmo responsorial de hoy. 15, 1b-2a. 4. 5 y 8. 11. Protégeme, Dios mío, que me resguardo en ti.
Protégeme, Dios mío, que me resguardo en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
Protégeme, Dios mío, que me resguardo en ti.
Se multiplican las desgracias
de quienes van tras dioses extraños;
yo no desparramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
Protégeme, Dios mío, que me resguardo en ti.
El Señor es el lote de mi parcela y mi cáliz,
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Protégeme, Dios mío, que me resguardo en ti.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 5, 17-19’.
En ese tiempo dijo Jesús a sus discípulos: ‘No creáis que he venido para abrogar la Ley o los Profetas’. No vine a destruirlo, sino a darle su plenitud. Les aseguro que antes de que se acaben el cielo y la tierra, no se implementará ni la más pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, cualquiera que viole uno de estos pequeños mandamientos y enseñe a la gente, será el más pequeño en el reino de los cielos; Pero el que lo practica y lo enseña resucitará en el reino de los cielos.
Reflexión del Evangelio según San Mateo 5, 17-19:
En este pasaje del Evangelio de San Mateo, Jesús aclara a sus discípulos su misión respecto a la ley y los profetas. Afirma enfáticamente: “No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud”. Con estas palabras, Jesús subraya la continuidad y el cumplimiento de la ley divina, no su negación o eliminación.
Jesús enfatiza que su propósito es perfeccionar y completar lo ya establecido, revelando una comprensión más profunda y espiritual de la ley. La ley no es un mero conjunto de reglas externas, sino un camino hacia una relación más íntima con Dios. Jesús nos invita a observar cada detalle de la ley, recordando que “antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley”. Esta declaración destaca la importancia de cada aspecto de la enseñanza divina.
Además, Jesús advierte sobre la seriedad de enseñar y cumplir la ley. “El que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos”. Aquí, Jesús establece una jerarquía en el Reino de los cielos basada en la fidelidad y el ejemplo en la observancia de la ley. La verdadera grandeza en el Reino radica en vivir y enseñar según los preceptos divinos.
