Lecturas de hoy 24 de abril 2023.
Lectura del libro de los Hechos de los “apóstoles 6, 8-15”.
En ese tiempo Esteban, lleno de gracia y poder, estaba haciendo grandes milagros y señales entre la gente. Los llamados judíos “liberacionistas” de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia comenzaron a discutir con Esteban en la sinagoga. Pero no podían negar la sabiduría y el Espíritu de que hablaba. Luego sobornaron a varias personas, diciendo: “Oí a este hombre blasfemar contra Moisés y contra Dios”.
Se rebelaron contra el pueblo, los ancianos y los maestros religiosos. Atacaron a Stefan, lo tomaron desprevenido y lo llevaron ante el Consejo Supremo. Allí reunió a falsos testigos y dijo: “Este hombre no cesa de hablar contra el santuario del templo y contra la ley. Le oí decir que Jesús de Nazaret destruirá Tierra Santa y las tradiciones que aceptamos. de Moisés”. Los miembros del Consejo Supremo miraron a Esteban, y su rostro era angelical e impresionante.
Aunque los generosos se sienten a murmurar de mí,
tu siervo medita tus decretos;
tus preceptos son mi delicia,
tus enseñanzas son mis consejeros.
Bienaventurado el que camina en la ley del Señor.
Te expliqué mi camino, y me escuchaste:
enséñame tus mandamientos;
instrúyeme en el camino de tus mandatos,
y meditaré tus maravillas.
Bienaventurado el que camina en la ley del Señor.
Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu ley;
escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos.
Lectura del santo evangelio según san “Juan 6, 22-29”.
Cuando los panes eran abundantes, mientras Jesús alimentaba a los cinco mil, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente la multitud al otro lado del lago se encontró con que había una sola barca, Jesús no subió a la barca con sus discípulos y se fueron solos. Durante este viaje llegaron otras naves de Tiberíades, donde la multitud comía pan. Cuando la multitud miro que allí no estaban Jesús ni los que son sus discípulos, a las barcas subieron y fueron a la ciudad Cafarnaúm a buscar a Jesús.
Entonces lo hallaron al otro lado del lago y luego le preguntaron: “Maestro, ¿Hace cuándo que llegaste aquí?” Jesús les respondió: Os digo que no habéis venido a mí porque habéis visto un milagro, sino porque habéis comido aquel pan hasta saciaros. No trabajéis por la comida, que se acabará, sino trabajad por esta vida, que durará para siempre y os dará al Hijo del Hombre, porque Dios Padre ha suprimido su carne”. Le hablaron y dijeron: “¿Qué es lo que necesitamos para hacer lo que es la obra de Dios?” Jesús respondió: “La obra de Dios es el hombre que ellos creen que envió”.
Reflexión de la lectura del evangelio de hoy:
En el Evangelio de Juan, se relata la historia de la multiplicación de los panes y los peces, y cómo la gente seguía a Jesús para recibir más milagros y signos. Sin embargo, en este pasaje, Jesús les hace una reflexión importante sobre su búsqueda. Él les dice que no lo buscan por los signos que ha realizado, sino porque recibieron alimento y quedaron satisfechos.
Jesús les insta a buscar el alimento que perdura para la vida eterna, el cual es otorgado por el Hijo del hombre, el cual ha sido marcado con el sello de Dios. Este mensaje nos invita a reflexionar sobre la verdadera razón de nuestra búsqueda de Dios. ¿Lo buscamos sólo por lo que nos puede dar, o lo buscamos porque deseamos una relación con Él?
La respuesta de Jesús a la pregunta de los discípulos acerca de las obras que deben hacer para agradar a Dios es sencilla pero profunda: la obra de Dios es que crean en aquel que él ha enviado. Esta afirmación nos muestra que la fe en Jesús es la clave para la vida eterna, y que cualquier obra que hagamos debe estar enmarcada en nuestra fe en Él.
En resumen, este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestra búsqueda de Dios, y a poner nuestra fe en Jesús como la clave para nuestra vida eterna. Debemos buscar el alimento que perdura y no sólo lo que nos puede saciar temporalmente. La obra de Dios es creer en Jesús y todo lo que hagamos debe estar guiado por nuestra fe en Él.