Lecturas de hoy 29 de marzo 2023.
Primera lectura de hoy de la profecía de “Daniel 3, 14-20. 49-50. 91-92. 95”.
Entonces el rey Nabucodonosor dijo: Sedrac, Mesac y Abed-nego, ¿no servirán realmente a mis dioses y adorarán la imagen de oro que ordeno levantar? Sí, si no, entonces estén listos para el sonido de las trompetas, flautas, liras, cuerdas, zapatos y toda clase de instrumentos, se postrarán y adorarán las estatuas que yo mando hacer. Pero si no lo adoran, inmediatamente son arrojados a un horno de fuego. ¿Qué Dios podrá librarlos de mí? Pero entonces Abed-nego, Sadrac y Mesac al rey Nabucodonosor respondieron:
“No es necesario que demos respuesta a tu pregunta, porque el Dios a quien nosotros servimos puede librarnos del horno y nos librará de tu mano; aunque sé que nunca lo haremos”. servid a vuestros dioses y no adoraré las estatuas de oro que habéis mandado erigir. Entonces Nabucodonosor se enojó y su rostro cambió a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Ordenó que se encendieran los hornos y las llamas crecieron siete veces más de lo normal. Entonces luego mando a ordenar a algunos de los hombres que son más fuertes de su ejército a que ataran a Abed-nego, Sadrac y Mesac y que al horno los arrojaran.
Pero un ángel del Señor descendió del cielo y se paró junto a ellos y apagó el fuego e hizo un viento fresco y un frescor como rocío en un horno, y el fuego no los atormentó ni les hizo daño, ni siquiera a uno. tócalos. El rey Nabucodonosor se sorprendió y saltó y dijo a sus consejeros: “¿No están relacionados los tres que arrojamos al horno?” Ellos respondieron: “Sí, señor”.
El rey respondió: “¿Por qué entonces vi a cuatro personas caminando en llamas y sin quemarse? El cuarto parece un ángel. Nabucodonosor los hizo salir del horno y dijo en voz alta: “Gloria al Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió a sus ángeles para salvar a sus siervos que confiaron en él, desobedecieron las órdenes del rey, arriesgaron sus vidas y sirvieron y adoraba a un dios extraño”.
Salmo responsorial de hoy 3, 52a y c. 53a. 54a. 55a. 56a. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres.
Bendito tu nombre, santo y glorioso.
¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Bendito eres en el santuario de tu santa gloria.
¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Bendito eres sobre la sede de tu reino.
¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Bendito eres tú, que te postras sobre querubines sondeas
los abismos.
¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Bendito eres en la bóveda del cielo.
Lectura del santo evangelio según san “Juan 8, 31-42”.
En ese momento, Jesús dijo a los que creían en él: “Si sois fieles a mis palabras, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Entonces Ellos le hablaron en respuesta: “Hijos de Abraham somos, nunca hemos sido esclavos de ninguno. ¿Cómo se dice “serán libres”?
«Entonces Jesús les hablo y respondió»: «De verdad yo les digo que todo el que peca es esclavo de lo que es pecado», y «el esclavo no puede quedarse en casa para siempre», pero en cambio el Hijo se queda para siempre. Entonces Si el Hijo los libera, serán vosotros verdaderamente libres. Yo ya sabía que eran los hijos de Abraham, pero querían matarme porque no aceptaban mis palabras.
Hablo lo que vi en la casa de mi padre: tú haces lo que oíste en la casa de tu padre. Ellos respondieron: “Nuestro padre es Abraham”. Jesús les hablo y dice: “Si ustedes fueran vástagos de Abraham, entonces también harían lo mismo que Abraham. Pero me quieren matar porque les he dicho la verdad que escuché de Dios.
Abrahán no lo hizo. Estás haciendo el trabajo de tu padre. Ellos abalaron y respondieron: “Todos nosotros no somos unos hijos de la prostitución. No tenemos padre, solo Dios. “Entonces Jesús les hablo y dijo: “Si fuera vuestro Padre Dios, entonces me amaran, porque de Dios yo soy salí, y yo soy de Dios; por mi cuenta no he venido, sino de quien me envió”.
Reflexión del evangelio de hoy:
El pasaje del Evangelio de San Juan 8, 31-42 nos muestra un diálogo entre Jesús y aquellos que habían creído en Él. Jesús les dice que si se mantienen fieles a su palabra, serán verdaderamente discípulos suyos y conocerán la verdad que los hará libres. Sin embargo, ellos no comprenden lo que Jesús les está diciendo y le responden que nunca han sido esclavos de nadie porque son hijos de Abraham.
Jesús les explica que el que peca es esclavo del pecado y que sólo el Hijo puede darles la libertad verdadera. Él sabe que son hijos de Abraham, pero no actúan como tales, ya que tratan de matarlo por no aceptar sus palabras. Jesús les dice que habla de lo que ha visto en casa de su Padre, mientras que ellos hacen lo que han oído de su padre.
Los judíos se ofenden cuando Jesús les dice que no son verdaderos hijos de Abraham porque no actúan como él. Jesús les responde que si Dios fuera su Padre, lo amarían a Él, ya que Él ha sido enviado por Dios.
Esta reflexión nos muestra que el conocimiento de la verdad nos hace libres. Jesús nos llama a ser fieles a su palabra para ser verdaderamente sus discípulos y conocer la verdad que nos hará libres. Debemos actuar como hijos de Dios y no como esclavos del pecado. Si amamos a Dios, amaremos a Jesús, ya que Él ha sido enviado por Dios para mostrarnos el camino de la verdad y la libertad.