Lecturas de hoy 31 de marzo 2023.
Primera lectura de hoy del libro de Jeremías 20, 10-13″.
Entonces Jeremías dijo: “Escucho a la gente susurrar, “Condenemos a Jeremías. Condenemos al profeta del terror. Todos mis amigos espían mis pasos. Pensaron que me había tropezado y dijeron: “Si tropieza y cae, lo golpeamos. Podemos vengarnos de él. Pero el Señor, el Guerrero Poderoso, está de mi parte. Por eso mis adoradores están abatidos no pueden estar conmigo; Se avergüenzan de su fracaso. Su vergüenza será eterna e inolvidable. Señor de los ejércitos, intenta la justicia sabes en el fondo Déjame ver tu venganza sobre ellos. Porque te he confiado mi carrera. cantar alabanzas al señor porque salvó la vida de sus pobres de las manos de los impíos.
Salmo responsorial de hoy 17, 2-3a. 3bc-4. 5-6. 7. En el dificultad invoqué al Señor, y él me escuchó.
Señor yo te amo, y mi fortaleza eres tú ;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
En el dificultad invoqué al Señor, y él me escuchó.
Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.
En el dificultad invoqué al Señor, y él me escuchó.
Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban,
me envolvían las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos de la muerte.
En el dificultad invoqué al Señor, y él me escuchó.
En el dificultad invoqué al Señor,
grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos.
Lectura del santo evangelio según san “Juan 10, 31-42”.
En ese tiempo. Entonces cuando Jesús terminó de hablar, los que eran judíos recogieron piedras para golpearlo. Jesús les dijo: Muchas buenas obras he hecho del Padre delante de vosotros; ¿Por cuál me apedrearás? Los que son judíos le respondieron: “Nosotros no te apedreamos con las piedras por el bien que as hecho, sino por tu blasfemia, porque simplemente eres solo un hombre y por Dios te haces pasar”.
Jesús les replicó y dijo: “¿En vuestra ley acaso no está escrito: Yo les digo, son dioses? Si hay un espíritu llamado el nombre de Dios (la Biblia no puede errar), entonces lo haré con la ayuda del Padre, que es bendito y enviado al mundo, es llamado blasfemo, porque dije: ¿Soy Hijo de Dios? Si no hago lo que son obras de mi Padre, no me crean, pero si entonces las hago, aunque a mí no me creáis, creed a las obras, para que comprendan y sepáis que en mí, el Padre está, y yo en el Padre».
“Después intentaron de cogerlo, pero de las manos se les escapó. Entonces Jesús volvió al otro lado del río Jordán, al lugar donde Juan había bautizado y se había quedado. Demasiados vinieron hacía él y le hablaron y le dijeron: “Ningún milagro Juan hizo, pero todo lo que Juan a dicho acerca de él es de verdad”. Allí muchos le creyeron.
Reflexión del santo evangelio del día de hoy:
El evangelio de hoy presenta una escena de tensión entre Jesús y los judíos. Ellos querían apedrearlo acusándolo de blasfemia por afirmar ser Hijo de Dios. Pero Jesús les responde de manera sabia y les muestra que ellos mismos son llamados dioses en las Escrituras. Él les explica que si no creen en sus palabras, al menos deberían creer en las obras que realiza en nombre del Padre.
Esta lectura nos invita a reflexionar sobre la importancia de la fe en Jesús y en sus enseñanzas. Muchas veces nos dejamos llevar por nuestras propias ideas preconcebidas y no estamos dispuestos a abrir nuestros corazones y mentes a la verdad. Jesús nos enseña a través de sus palabras y acciones, y es importante que sepamos reconocerlo en nuestra vida diaria.
También podemos aprender de la actitud de Jesús frente a sus acusadores. A pesar de las amenazas y el peligro que enfrentaba, no se dejó amedrentar y respondió con sabiduría y humildad. Nos muestra así el camino de la paciencia y la prudencia ante las dificultades y los conflictos.
En definitiva, este pasaje del evangelio nos invita a profundizar en nuestra fe y a seguir el ejemplo de Jesús en nuestra vida cotidiana, siendo testigos de su amor y de su verdad en el mundo.