En momentos de dificultad, la Virgen María se presenta como un faro de esperanza y guía. Su humildad y devoción al plan divino nos inspiran a enfrentar los desafíos con paciencia y confianza. Esta oración nos invita a desenredar los nudos de nuestras vidas, liberándonos de confusiones y ataduras. Al encomendar nuestras preocupaciones a la Madre de Dios, encontramos claridad y fortaleza para servir a los demás.
Oración a la Virgen para solucionar problemas:
Santa María,
llena de la Presencia de Dios,
en los días de tu vida aceptaste con toda la humildad la voluntad del Padre celestial,
el mal nunca fue capaz de confundirte con sus confusiones.
Y al lado de tu Hijo,
intercediste por todas nuestras dificultades y,
con gran sencillez y paciencia,
nos diste el ejemplo de cómo debemos desenredar la madeja de nuestras vidas.
Y al permanecer por siempre como Madre nuestra,
pones en orden y nos haces más claros los lazos que nos unen al Señor.
Santa María,
Madre nuestra y Madre de Dios,
la que con corazón materno deshaces los nudos que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que en tus manos recibas
(aquí debes realizar la petición)
y que nos libres de las confusiones y las ataduras con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Y que por tu gracia de toda maldad líbranos.
Madre nuestra,
desata todos los nudos que nos bloquea a que nos acerquemos a Dios,
líbranos de todo erros y confusión,
y que en Dios,
tengamos puestos nuestros corazones
y podamos servirle siempre en nuestros prójimos.
Amén.