Séptima semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 25 de mayo 2024.
Primera lectura de hoy de la carta del apóstol .Santiago 5,13-20′.
Hermanos míos: ¿Alguno de vosotros está sufriendo? Que ore. ¿Estás de buen humor? Que cante al Señor. ¿Hay alguien enfermo? Esa persona debe invitar a los sacerdotes de la iglesia a venir, orar por él y ungirlo con aceite, orando a Dios. La oración de fe sana al enfermo y Dios lo reaviva. Si pecas, tus pecados te serán perdonados. Por lo tanto, confiésense unos a otros sus pecados y oren por la curación de los demás.
La oración de un justo puede hacer muchas cosas: Elías era un hombre como nosotros, y cuando hizo una oración para que no lloviera, no llovió durante tres años y medio; Oró de nuevo, y el cielo envió lluvia, y la tierra produjo sus cosechas. Hermanos, si uno de vosotros se desvía de la verdad y otro vuelve al buen camino, recordad que el que aparta a un pecador de sus transgresiones se salvará de la muerte y enterrará innumerables pecados.
Salmo responsorial de hoy. 140,1-2.3.8. Alza, Señor, mi oración como incienso en tu presencia.
Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Alza mi oración como incienso en tu presencia,
el levantar de mis manos como sacrificio de la tarde.
Alza, Señor, mi oración como incienso en tu presencia.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
a la puerta de mis labios, un centinela.
Señor Dios, están mis ojos vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Marcos 10, 13-16’.
En ese tiempo, a Jesús le llevaron unos niños para que los tocara, ‘pero trataban de impedirlo los discípulos’. Al mirar aquello, se disgustó Jesús y les dijo: ‘Dejad que los niños se aproximen a mí y no se lo impidáis’, porque el Reino de Dios les pertenece a los que son como ellos. Os aseguro que el que no acepta el Reino de Dios igual a un niño, no ingresa en él. Después cogió en brazos a los niños y entonces los bendijo imponiéndoles las manos.
Reflexión: Jesús y los Niños según Marcos 10, 13-16:
La lectura del Evangelio según San Marcos 10, 13-16 nos presenta una imagen conmovedora de Jesús y su relación con los niños. En este pasaje, se narra cómo las personas llevaron a sus hijos para que Jesús los tocara, pero los discípulos trataron de impedirlo. La reacción de Jesús ante esto fue de disgusto, y con firmeza les dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Luego, Jesús tomó a los niños en brazos y los bendijo imponiéndoles las manos.
Reflexión:
Este pasaje subraya la importancia de la pureza y la sencillez de los niños como un modelo para recibir el Reino de Dios. Jesús nos enseña que la verdadera fe y la apertura a lo divino requieren una actitud humilde, confiada y libre de malicia, características propias de los niños. La bendición de Jesús a los niños es un gesto que simboliza su amor incondicional y su acogida a todos aquellos que se acercan a Él con corazón sincero.
Además, este evento resalta la necesidad de remover cualquier obstáculo que impida a las personas, especialmente a los más pequeños y vulnerables, acercarse a Dios. La actitud de los discípulos, aunque bien intencionada, se contrapone al mensaje inclusivo y amoroso de Jesús. Es un recordatorio constante de que todos somos llamados a facilitar el encuentro con lo divino y a valorar la inocencia y la pureza como caminos hacia el Reino de Dios.
