El Credo es una de las oraciones más fundamentales y significativas dentro de la tradición cristiana, expresando las creencias esenciales de la fe. En esta oración, se declara la fe en un solo Dios, creador de todo lo visible e invisible, y en Jesucristo, su único Hijo, que se hizo hombre para la salvación de la humanidad. El Credo también proclama la creencia en el Espíritu Santo, la Iglesia, el bautismo, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Es una declaración de fe que une a millones de cristianos en todo el mundo, reafirmando su compromiso con las enseñanzas fundamentales del cristianismo.
Oración del Credo
Creo en un solo Dios Padre todopoderoso.
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor,
Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre
antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo.
y por obra
y gracia del Espíritu Santo
se encarnó de María,
la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa
fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día,
según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado
a la derecha del Padre.
y de nuevo vendrá
con gloria para juzgar
a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con él Padre
y el Hijo recibe una
misma adoración
y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una,
santa, católica
y apostólica.
Confieso que hay
un solo bautismo
para el perdón
de los pecados.
Espero la resurrección
de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.