La oración por los enfermos se puede decir en el santísimo sacramento. Antes de la Eucaristía revelada, podéis recibirla en vuestro corazón a través de la comunicación espiritual. Esta Eucaristía también es válida si no puedes recibir la Eucaristía por algún obstáculo. Te dejamos esta oración, no es la única (puedes consultar otras). Después de la Santa Comunión, se puede hacer lo que se llama la Pre-Santa Eucaristía, que incluye cinco oraciones al Padre Nuestro, Ave María y Gloria, en honor a las cinco llagas de la crucifixión de Jesús, y una vez más por las intenciones de nuestro Padre padre .
Podemos orar por los demás, por nuestros familiares, amigos, por los necesitados, los que sufren y los enfermos. También por la Iglesia, el Padre y sus débiles, por los que necesitan la fe y creen que son abandonados por Dios. En resumen, cada uno de nosotros tiene diferentes intenciones y necesidades que podemos presentar con confianza al Señor Jesús. De hecho, la adoración de la Eucaristía tiene una relación profunda con la evangelización. Por un lado, orar por los demás es ya una forma privilegiada de trabajo apostólico; por otro lado, la experiencia del encuentro con el Señor renueva nuestro celo para declarar que Él es quien se encuentra con Él en persona.
Oración por los enfermos a Jesús Sacramentado:
Pon toda tu vida en las manos de Jesús y únete a esta oración con fe.
Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado. Creemos que estás verdaderamente presente en la Eucaristía en el altar y en cada uno de nosotros.
Te alabamos y te adoramos porque vienes a nosotros como pan vivo del cielo. Eres la perfección de la vida.
Tú eres la resurrección y la vida. Señor, tú eres la salud de los que están enfermos.
Hoy te presentaremos a todos los pacientes, porque no tienes distancia en el tiempo y el espacio. Eres el eterno presente y los conoces. Ahora, Señor, te pedimos que seas misericordioso con ellos y que todos entiendan que todavía estás vivo en tu iglesia hoy; que se renueve su fe y confianza en ti; te suplicamos Jesús.
Compasión a los que sufren en el cuerpo, sufren en el corazón y sufren en el alma que oran y escuchan tu testimonio de lo que estás haciendo en todo el mundo a través de tu Espíritu Santo renovado.
Señor, ten piedad de ellos. A partir de ahora te lo pedimos.
Bendícelos a todos y devuélvele la salud a muchos, y que su fe crezca y abra sus corazones a las maravillas de tu amor, para que ellos también sean testigos de tu poder y compasión. Jesús, te suplicamos por el poder de tu santa llaga, tu santa cruz y tu preciosa sangre. Sánalos, Señor. Sana sus cuerpos, sana sus corazones, sana sus almas.
Dales vida y abundancia. Te lo pedimos por intercesión de María Santísima, tu madre, la Virgen de los Dolores, que está presente y de pie junto a la cruz. La que primero pensó en tu santa llaga, nos la diste por madre. Nos has revelado que tomaste sobre ti todas nuestras enfermedades y que a través de tus santas llagas somos sanados.
Hoy, Señor, te ofrecemos con fe a todos los enfermos que piden nuestras oraciones, y te pedimos que alivie su enfermedad y les de salud. Te pedimos por la gloria del Padre que sane a los enfermos que leerán esta oración. Que crezcan en la fe, la esperanza y la salud para la gloria de tu nombre.
Que tu reino se siga extendiendo en el corazón a través de las señales y prodigios de tu amor. Todo esto se lo pedimos a Jesús porque tú eres Jesús, eres el buen pastor y todos somos ovejas en tu rebaño. Estamos tan seguros de tu amor que aun antes de saber el resultado de nuestras oraciones de fe, te decimos.
Gracias Jesús por lo que has hecho por todos.
Gracias por el paciente que ahora estás cantando y visitando con tu amabilidad. Jesús, gracias por lo que estás haciendo.
Desde hoy lo ponemos en tus manos y te pedimos que lo sumerjas en tus santas llagas. Que lo cubras con tu santa sangre y que tu corazón de Buen Pastor hable a través de este mensaje al corazón de los muchos que lo leerán. ¡Señor, la gloria te alaba amen!