XIV semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 11 de julio 2023.
Primera lectura de hoy del libro de los ‘Proverbios 2, 1-9’.
Hijo mío, si crees en mi palabra. Si quieres mantener mi consejo, si escuchas la sabiduría. Abrirás tu corazón y actuarás con cuidado; si dejas que la sabiduría venga llamas a la cautela; si lo buscas como dinero. Lo buscas como un tesoro Entenderás lo que significa temer al Señor. Conocerás a Dios. Porque el Señor da sabiduría. El conocimiento y la sabiduría han brotado de su boca; Agradezco sinceramente el éxito. Es el escudo de los inocentes; cuida el camino justo, guardando el camino de sus seguidores. entonces puedes entender justicia, derecho y justicia. El camino a la felicidad.
Salmo responsorial de hoy 33, 2-3. 4 y 6. 9 y 12. 14-15. Bendigo al Señor en todo momento.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo oigan y se regocijen.
Bendigo al Señor en todo momento.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
Bendigo al Señor en todo momento.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo oyó y lo resguardo de sus angustias.
Bendigo al Señor en todo momento.
El ángel del Señor acampa en torno
a quienes lo temen y los protege.
Gusten y mirad qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
Bendigo al Señor en todo momento.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les faltara a los que en verdad lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que en verdad buscan al Señor no necesitaran de nada.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19, 27-29′.
En ese momento, le dijo Pedro a Jesús: ‘Mira, dejamos todo para seguirte, ¿Qué nos moverá?’ Jesús les dijo: ‘En verdad les digo: que cuando venga la restauración y quien es el Hijo del Hombre se postre en su trono glorioso, y entonces ustedes, los que me siguen, también os postrareis sobre los doce tronos y los juzgaran a las doce tribus del pueblo de Israel. El que deje su patria, hermanos, hermanas, padres, madres, tierra de hijos por mí, será recompensado cien veces más y alcanzará la vida eterna.
Reflexión del santo evangelio según san Mateo 19, 27-29:
Este pasaje nos presenta un diálogo entre Pedro y Jesús. Pedro, en representación de los discípulos, le pregunta a Jesús qué les corresponderá por haber dejado todo para seguirlo. Jesús les asegura que cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, ellos también se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Además, Jesús les dice que todo aquel que por Él deje casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna.
Esta lectura nos invita a reflexionar sobre el valor del seguimiento de Jesús y el desapego de los bienes materiales. Los discípulos dejaron todo para seguir a Jesús, renunciando a la posesión y apegos mundanos. Jesús les asegura que serán recompensados con creces en esta vida y heredarán la vida eterna.
La enseñanza de este pasaje es que el verdadero tesoro se encuentra en seguir a Jesús y en vivir según sus enseñanzas. No se trata solo de abandonar posesiones materiales, sino también de rendir nuestra voluntad a Dios. La verdadera felicidad y generosidad se encuentran al desprendernos de los deseos mundanos y abrazar la pobreza espiritual. Los pobres de espíritu encuentran libertad en sus posesiones, experimentando de buena gana la necesidad de Dios y de los demás. Tanto los apegos mundanos como los espirituales pueden obstaculizar nuestro camino hacia Dios si los poseemos de manera posesiva.
En este contexto, Pedro y los demás discípulos dejaron todo para seguir a Jesús, renunciando al deseo de posesión. Seguir al Señor nos concede una participación en la salvación, ya que aquellos que siguen la luz participan en su iluminación. Dios nos llama a servirle no por necesidad, sino para concedernos la salvación. La gloria de la humanidad radica en perseverar en el servicio a Dios. Jesús eligió a sus discípulos y a través de seguir al Hijo de Dios, serán glorificados con Él. Jesús deseaba que aquellos dados por el Padre estuvieran con Él para contemplar la gloria que el Padre le había dado antes de la creación del mundo.
En resumen, esta lectura nos muestra que seguir a Jesús implica dejar atrás las posesiones materiales y los apegos mundanos, pero también implica rendir nuestra voluntad a Dios y vivir según sus enseñanzas. Aquellos que se desprenden de todo por amor a Jesús recibirán abundantemente en esta vida y heredarán la vida eterna. Es un recordatorio de que nuestro verdadero tesoro se encuentra en el Reino de Dios y en vivir en comunión con Él.