Décima Semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 14 de junio 2024.
Primera lectura de hoy del primer libro de los ‘Reyes 19, 9a. 11-16’.
Al llegar al monte de Dios, Horeb, el profeta Elías entró en una cueva y allí permaneció. Entonces le dijo Dios: ‘De la cueva sal y permaneced en la montaña para encontrarte con el Señor, porque el Señor pasara’. Elías así lo hizo, y cuando el Señor se acercaba, vino la primera tormenta, partiendo las montañas y partiendo las rocas. Pero Dios no está en el viento. Luego hubo un terremoto. Pero Dios no estuvo en el terremoto. Entonces se produjo un incendio. Pero Dios no está en el infierno. Después del fuego, escuchó el susurro de una suave brisa.
Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con su manto y salió a la puerta de la cueva. Oyó una voz que le decía: “¿Qué haces aquí, Elías?” Él respondió: ‘Oh Señor Dios de los soldados’, tengo celos de tu gloria, porque los que son hijos del pueblo de Israel han abandonado tu alianza, han tumbado tus altares y a tus profetas han matado. ‘Quede yo solo y andan en busca de mi para matarme’. Entonces le dijo el Señor: ‘Regresa al desierto de Damasco’. Ve y elimina a Hazael, rey de Siria. Y Jehú hijo de Nimsi quien reinó sobre el pueblo de Israel. Nombra a Eliseo hijo de Safat como tu profeta y sucesor.
Salmo responsorial de hoy. 26, 7-8ab. 8c-9abcd. 13-14. Tu rostro buscaré, Señor.
Escúchame, Señor,
que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón:
«Buscad mi rostro».
Tu rostro buscaré, Señor.
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches.
Tu rostro buscaré, Señor.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 5, 27-32’.
En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: “Oísteis que fue dicho a los ancianos: ‘No cometerás adulterio; Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer con deseos malos, ya ha realizado adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, sácatelo y tíralo, porque más te vale perder parte de tu cuerpo que que todo sea castigado.
Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti; porque más te vale que pierda parte de tu cuerpo, que que todo tu cuerpo reciba castigo. También se ha dicho antes: Quien se divorcie debe entregar a su esposa un certificado de divorcio; Pero yo os digo que el que se divorcia, a menos que viva con su mujer fuera del matrimonio, expone el adulterio de su mujer, y el que se casa con la divorciada, también comete adulterio.
Reflexión sobre las enseñanzas de Jesús en Mateo 5:27-32
En el Evangelio según San Mateo 5:27-32, Jesús profundiza en la ley moral, llamando a sus discípulos a una vida de pureza interior y no solo exterior. Esta enseñanza resalta dos temas principales: el adulterio y el divorcio, elevando los estándares de justicia y santidad más allá de las acciones visibles.
Adulterio en el corazón
Jesús comienza refiriéndose al mandamiento antiguo “No cometerás adulterio”, pero va más allá al declarar que incluso mirar a una mujer con malos deseos es equivalente a cometer adulterio en el corazón. Esta enseñanza subraya la importancia de la pureza de pensamiento y la integridad interior. Jesús usa un lenguaje fuerte y simbólico sobre arrancarse el ojo o cortarse la mano para evitar el pecado, indicando la gravedad del pecado y la necesidad de tomar medidas drásticas para mantener la santidad.
El divorcio y el compromiso
En cuanto al divorcio, Jesús critica la práctica de otorgar certificados de divorcio, una costumbre que permitía a los hombres divorciarse fácilmente de sus esposas. Él afirma que divorciarse, salvo en caso de una unión ilegítima, conduce al adulterio. Esta enseñanza enfatiza el valor del matrimonio y la fidelidad, destacando que el compromiso matrimonial debe ser tomado con seriedad y respeto.
Llamado a la integridad
Jesús llama a sus seguidores a una vida de integridad, donde los pensamientos y las acciones reflejen la pureza y la santidad. Esta lección es un recordatorio poderoso de que la verdadera justicia no se encuentra solo en la obediencia externa a la ley, sino en el corazón transformado por el amor y la verdad de Dios.
Conclusión:
El pasaje de Mateo 5:27-32 desafía a los creyentes a reflexionar sobre su vida interior y a tomar medidas serias para vivir en pureza y fidelidad. Las enseñanzas de Jesús son un llamado a examinar no solo nuestras acciones, sino también nuestros pensamientos y deseos, buscando siempre la santidad en cada aspecto de nuestra vida.