XXIII Semana del Tiempo Ordinario:
Lecturas de hoy 14 de septiembre 2023.
Primera lectura de hoy del libro de los ‘Números 21, 4b-9’.
Entonces el pueblo se impacientó y murmuró contra Dios y contra Moisés, diciendo: “¿Por qué nos sacasteis de Egipto y nos dejasteis morir en el desierto?” “No tenemos ni pan ni agua y estamos cansados de esta mala comida”. Entonces Dios envió serpientes venenosas para atacar a los israelitas y morderlos, y muchos israelitas murieron. El pueblo se aproximo y le dijo a Moisés: ‘Hemos cometido pecado al murmurar contra el Señor y contra ti‘.
Por favor, pídele al Señor que quite de nosotros las serpientes”. Moisés oró al Señor en nombre del pueblo, y el Señor le respondió: “Hazte una serpiente y cuélgala de un palo, y el que sea mordido por la serpiente mirará la serpiente que tú has hecho y vivirá. ” Moisés hizo una serpiente de bronce y la colgó de un poste. Si alguien era mordido y veía una serpiente de bronce, se curaba.
Salmo responsorial de hoy 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38. No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
postra el oído a las palabras de mi boca:
que voy a destapar mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado.
No olvidéis las acciones del Señor.
Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se recordaban de que Dios era su piedra,
el Dios altísimo su redentor.
No olvidéis las acciones del Señor.
Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza.
No olvidéis las acciones del Señor.
Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor.
Lectura del santo evangelio según san ‘Juan 3, 13-17’.
En ese tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del Hombre. Él vino del cielo y ahora está en el cielo. ‘Como Moisés alzo a la serpiente en el desierto, así será alzado el Hijo del Hombre’. arriba. Para que todo aquel que en verdad crea en Él tenga vida eterna. ‘Porque Dios amó tanto al mundo que entrego a su único Hijo unigénito’, para que todo aquel que en vedad cree en él no perezca, ‘sino pues que tenga vida eterna’. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo por él sea salvo.
Reflexión del santo evangelio según san Juan 3, 13-17.
En este pasaje del evangelio según san Juan, Jesús dialoga con Nicodemo, un fariseo, y revela profundas verdades sobre su misión y el amor de Dios por la humanidad. La reflexión se centra en tres puntos clave:
- La Divinidad de Jesús: Jesús afirma que “Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo.” Aquí, Jesús proclama su divinidad como el Hijo de Dios que descendió del cielo a la Tierra para llevar a cabo la obra redentora.
- La Analogía de la Serpiente de Bronce: Jesús compara su futuro sacrificio en la cruz con el episodio en el desierto donde Moisés levantó una serpiente de bronce para sanar a aquellos que la miraban con fe. Del mismo modo, el Hijo del hombre será levantado en la cruz para brindar vida eterna a quienes crean en Él. Esta analogía resalta la importancia de la fe en la obra redentora de Cristo.
- El Amor Inmenso de Dios: El pasaje concluye con un testimonio profundo del amor de Dios por la humanidad: “Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” Dios envió a su Hijo no para condenar al mundo, sino para salvarlo a través de la fe en Jesús.
Este pasaje nos recuerda la importancia de la fe en Jesucristo como el único camino hacia la vida eterna y revela el inmenso amor de Dios que nos brinda esta oportunidad. Es un recordatorio de la necesidad de mirar a Cristo en la cruz con fe, confiando en su sacrificio para obtener la salvación. Te dejamos una linda alabanza para que la escuchen mientras lee la lectura de hoy…
