Cuarta semana de Cuaresma:
Lecturas de hoy 16 de marzo 2024.
Primera lectura del libro de ‘Jeremías 11, 18-20’.
En ese tiempo, dijo Jeremías
El Señor me instruyó, y comprendí,
me explicó todas sus intrigas.
Yo, como manso cordero,
era llevado al matadero;
desconocía los planes
que estaban urdiendo contra mí:
«Talemos el árbol en su lozanía,
arranquémoslo de la tierra de los vivos,
que jamás se pronuncie su nombre».
Señor del universo,
que juzgas rectamente,
que examinas las entrañas y el corazón,
deja que yo pueda ver
cómo te vengas de ellos,
pues a ti he confiado mi causa.
Salmo responsorial de hoy 7, 2-3. 9bc-10. 11-12. Señor, Dios mío, a ti me acojo.
Señor, Dios mío, a ti me acojo,
líbrame de mis perseguidores y sálvame;
que no me atrapen como leones
y me desgarren sin remedio.
Señor, Dios mío, a ti me acojo.
Júzgame, Señor, según mi justicia,
según la inocencia que hay en mí.
Cese la maldad de los culpables,
y apoya tú al inocente,
tú que sondeas el corazón y las entrañas,
tú, el Dios justo.
Señor, Dios mío, a ti me acojo.
Mi escudo es Dios,
que salva a los rectos de corazón.
Dios es un juez justo,
Dios amenaza cada día.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Juan 7, 40-53’.
En aquel tiempo, algunas personas oyeron a Jesús decir: “Este hombre es verdaderamente un profeta”. » Otros afirmaban: “Éste es el Mesías”. Pero otros decían: ¿Vendrá Cristo de Galilea? ¿No dice la Biblia que el Mesías vendrá de la familia de David y de Belén, la ciudad de David? Por lo tanto, hubo división entre la gente a causa de Jesús. Algunas personas querían atraparlo, pero nadie se movió para arrestarlo. Entonces fueron enviados a aprender a Jesús los guardias del templo, y regresaron a los fariseos y también a los sumos sacerdotes y les dijeron: ¿Por qué no lo habéis traído?
Entonces dijeron: Nadie como este hombre ha hablado. El fariseo respondió: ¿También vosotros habéis sido engañados por él? ¿Alguno de los líderes o fariseos creía en él? ‘El público que no comprende esta ley quedará condenado’. Nicodemo, el hombre que vino a Jesús y era fariseo, les dijo: “¿Condena nuestra ley al que no ha oído ni sabido lo que hizo? Dijeron: “¿Tú también eres galileo?” Estudiad la Biblia y veréis que ningún profeta vino de Galilea”. Entonces todos regresaron a sus casas.
Reflexión del evangelio de san Juan 7, 40-53:
En este pasaje del Evangelio según san Juan, vemos cómo las palabras y la presencia de Jesús generan una profunda división entre las personas. Algunos lo reconocen como el profeta, otros como el Mesías, mientras que algunos dudan debido a su origen en Galilea.
La pregunta sobre si el Mesías puede venir de Galilea se convierte en un punto de conflicto. La Escritura había profetizado que el Mesías vendría de la familia de David, y Belén era el lugar esperado. Sin embargo, Jesús desafía estas expectativas y provoca discusiones apasionadas.
Los guardias del templo quedan impresionados por las palabras de Jesús y no se atreven a arrestarlo. Los fariseos, en cambio, lo ven como un engaño y desprecian a la “chusma” que cree en él. Aquí, vemos cómo las creencias y la comprensión de la ley influyen en las opiniones de las personas.
Nicodemo, un fariseo que previamente había buscado a Jesús, plantea una pregunta fundamental: ¿debe condenarse a alguien sin escucharlo primero y sin investigar sus acciones? Su cuestionamiento nos invita a reflexionar sobre la importancia de la justicia y la comprensión antes de emitir juicios.
En nuestra vida cotidiana, también enfrentamos situaciones en las que las opiniones divergen y las creencias chocan. La historia de Jesús nos recuerda la necesidad de mantener la mente abierta, buscar la verdad y no juzgar precipitadamente. Como Nicodemo, debemos estudiar las Escrituras y buscar una comprensión más profunda antes de emitir veredictos.
Que esta reflexión nos inspire a ser más compasivos, a escuchar con atención y a buscar la verdad en medio de las diferencias. 🙏
