Otras de las oraciones más comunes dentro del cristianismo, es la oración pidiendo por sanidad. Esto es debido a que ante la necesidad de restauración de nuestra salud, podemos exclamar nuestras oraciones y rezos por algún milagro en nuestra Salud.
Si estás buscando alguna Oración pidiendo por sanidad, para que se la puedas dedicar a Dios, estás en el lugar indicado. Te mostraremos unos versos que te ayudarán al momento de poder expresarte en tu oración o rezos.
Presentación ante Dios
Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos. Mal4:2
Oh padre amado,
Me presento ante ti,
Como un siervo tuyo que te reconoce como su padre y como su Dios.
Por ello, vengo a elevar mis súplicas ante tu misericordiosa presencia, pidiendo por sanidad para mi cuerpo,
Oh santísimo Rey.
¿A quien iré en busca de rescate ante mis adversidades?,
No tengo a nadie más que solo a ti mi Señor Jesús.
Tú que caminaste por aquellos pueblos,
Compadeciéndote de la necesidad en los enfermos,
Tú que eres rico en poder y gloria,
Vengo a ti pidiendo por sanidad en mi cuerpo,
En el nombre del Señor Jesucristo, amen.
Pidiendo por sanidad
La oración que nace por medio de la fe salvará al enfermo, el Señor lo aliviará, y si tuviera pecados, le serán perdonados. Sant 5:15
Jesucristo, santísimo Dios eterno,
Escucha estas palabras,
Que no son más que las suplicas de un necesitado.
Es que no encuentro otro refugio ante la noticia de mi enfermedad,
Y he escuchado que tú no rechazas,
Sino que siempre estas con tus brazos de amor abiertos al necesitado.
Dice tu santa biblia que vengan a ti todos los enfermos,
Todos aquellos necesitados,
Porque si el hombre siendo malo da buenas dadivas,
Cuanto más tú, Padre Santo sabrás dar los que nos conviene.
Apiádate de mí ser,
Y concédeme la sanidad a este cuerpo enfermo,
En el nombre del padre del hijo y del Espíritu Santo, amén.
Pidiendo por sanidad y tu Fe
1 Pedro 1:7. Pero cuando la fe de ustedes sea puesta a prueba, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!
Hoy que me acerco con mis suplicas y oraciones,
Y te pido que aumentes mi fé,
Quiero sentir que emana de mi ser,
Quiero sentir una confianza inquebrantable en esa santísima Cruz.
Porque se, que sin la fe es imposible agradarte a ti,
Y por consiguiente,
Imposible alcanzar ese milagro que tanto necesito.
Perdóname si ves incredulidad en mi corazón,
Perdóname si ves que dudo de tu capacidad de obrar en mi cuerpo,
No lo hago adrede,
Es mi imperfecta conciencia quien me traiciona.
Por eso vengo y suplico,
Que sorprendas a mi vida con tu poder y misericordia,
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amen.
Oración principal
Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud. Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: «Señor, si quieres, puedes purificarme». Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado». Y al instante quedó purificado de su lepra. Mat 8: 1-3
Te suplico por mi necesidad,
Vengo pidiendo por sanidad a mi cuerpo,
Apegándome a la intersección de la Santísima Virgen María,
Que esta presta a interceder por mis penas y padecimientos ante ti señor Jesús.
Ella que logró ver tus padecimientos en la tierra,
Puede entender mi suplica que vengo a exclamarte.
Oh padre celestial, mira eh aquí tu siervo,
Tu creación lleno de imperfecciones, pero también tu hijo, cura mis heridas, véndame y saca esta enfermedad de mi ser.
Ya que al final de todo este proceso,
Quiero exclamar a todo ser que me pueda oír,
Que tú obraste en mí, que tu oh padre, hiciste un milagro en mí.
Tu oh señor que prometiste que en esa preciosa cruz te llevarías todas nuestras enfermedades y dolencias, tu mi creador, cura y haz mi cuerpo.
Puesto que, nadie mejor que tu puede obrar mejor en este cuerpo necesitado de tu mano poderosa,
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Oración final
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Delante de él había un hombre enfermo de hidropesía. Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: «¿Está permitido curar en sábado o no?». Pero ellos guardaron silencio. Entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió. Y volviéndose hacia ellos, les dijo: «Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su hijo o su buey, ¿acaso no lo saca en seguida, aunque sea sábado?». A esto no pudieron responder nada. S Lucas 14:1-6
Precioso pastor de pastores, rey sobre todo lo que existe y lo que vendrá a existir,
Atiende a mi oración, sostén mi mano extendida en suplica de ayuda y sanidad.
Puesto que si hay alguien lleno de poder y gloria que se puede mover ante el dolor de su creación,
Ante el dolor de la humanidad, ese eres tú.
A ti te entrego esta enfermedad, este dolor, este malestar, este diagnóstico,
Ya que confío que harás algo en mi humilde e imperfecta humanidad.
Lléname de fe para creer que harás algo milagroso en mi vida,
Confiando toda esta petición en el nombre del padre, del hijo, y del Espíritu Santo, amén.
Conclusiones finales
Las oraciones pidiendo sanidad, son un tipo de oraciones que demandara de nosotros tener fe. Por ello, se recomienda el empezar a fortalecer esta área espiritual, antes de empezar algún rezo u oración por sanidad. Sin embargo, es importante aclarar que todo acto milagro por parte de Dios, no es más que un acto de pura gracia y misericordia para tu vida.