Quinta Semana de Pascua:
Lecturas de hoy 29 de abril 2024.
Primera lectura de hoy de la primera carta del apóstol san ‘Juan 1, 5-2, 2’.
Queridos hermanos: Quiero compartir con ustedes el mensaje que hemos recibido de Jesucristo y que estamos proclamando: Dios es luz y en él no hay oscuridad alguna. Si afirmamos que tenemos comunión con él pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si caminamos en la luz, así como él está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.
‘Pero sí nuestros pecados confesamos’, él, que es justo y fiel, ‘nuestros pecados nos perdonará y nos limpiará de toda maldad’. Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso y su palabra no habita en nosotros. Queridos hijos, les escribo esto para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos a uno que intercede ante el Padre: Jesucristo, el Justo. Él es la expiación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
Salmo responsorial de hoy 102, 1b-2. 8-9. 13-14. 17-18a. Bendice, alma mía, al Señor.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
Bendice, alma mía, al Señor.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera y rico en compasión.
No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo.
Bendice, alma mía, al Señor.
Como un padre siente afecto por sus hijos,
siente el Señor afecto por los que lo temen;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro.
Bendice, alma mía, al Señor.
La misericordia del Señor
dura desde siempre y por siempre,
para aquellos que lo temen;
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Mateo 11, 25-30’.
En ese tiempo, dijo Jesús tomando la palabra: ‘Doy gracias, Padre, Señor del cielo y la tierra’, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los humildes. Sí, Padre, así lo has querido. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce al Padre excepto el Hijo y aquel a quien el Hijo decida revelarlo. Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y los aliviaré. Sobre vosotros tomen mi yugo y aprended de mí, que soy humilde y manso de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. ‘Porque es llevadero mi yugo y mi carga ligera’.
Reflexión del evangelio de san Mateo 11, 25-30:
El evangelio según san Mateo nos invita a reflexionar sobre la sabiduría divina que trasciende la mera erudición humana. Jesús, alabando al Padre, reconoce que la revelación de las verdades más profundas no está reservada para los sabios y entendidos del mundo, sino para aquellos que se acercan a Dios con humildad y sencillez. Esta enseñanza nos recuerda la importancia de abrir nuestros corazones a la voluntad divina, reconociendo nuestra limitada comprensión y confiando en la guía del Espíritu Santo.
En un sentido más general, esta reflexión podría destacar la relevancia de buscar la verdad espiritual más allá de la mera acumulación de conocimiento intelectual. Al igual que Jesús invita a todos, independientemente de su estatus social o académico, a acercarse a él en busca de alivio y descanso, podemos enfocar el mensaje en la universalidad y accesibilidad de la gracia divina. Palabras como “humildad”, “sabiduría divina”, “descanso espiritual” y “guía de Dios” podrían ayudar a transmitir este mensaje a quienes buscan respuestas espirituales en un mundo lleno de ruido y distracciones.
Esta reflexión nos lleva a considerar la belleza y la profundidad de la fe cristiana, que ofrece consuelo y esperanza a aquellos que se acercan a Jesús con un corazón sincero. En un mundo lleno de tensiones y preocupaciones, estas palabras de Jesús resuenan como un bálsamo para el alma, recordándonos que en él encontramos paz verdadera y descanso duradero.