Lecturas de hoy jueves 29 de diciembre 2022.
Primera lectura de hoy de la primera carta del apóstol san Juan 2, 3-11.
Queridos hermanos: En esto testificamos que conocemos a Dios, porque guardamos sus mandamientos. El que dice: “conozco sus mandamientos”, y no guarda lo que son sus mandamientos, es un gran mentiroso, y la verdad no está en él. Pero en el que guarda su palabra, el amor de Dios ha alcanzado su plenitud, y es en este momento que sabemos que somos uno con él. El que profesa vivir en Cristo debe vivir como Él.
Hermanos míos, no os escribo mandamientos nuevos, sino mandamientos antiguos que habéis tenido desde el principio. Este es el mandamiento antiguo que habéis oído, pero este es el mandamiento nuevo que os he escrito; él y tú sois jóvenes porque la oscuridad se ha ido y la luz ahora brilla. El que dice estar en la luz y odia a su hermano, todavía está en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, para que no tropiece. Pero el que odia a su hermano anda en tinieblas, sin saber adónde va, porque las tinieblas lo han cegado.
Salmo responsorial de hoy 95,1-2a.2b-3.5b-6. Que se regocijen los cielos, que se regocije la tierra.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
Que toda la tierra cante al Señor;
¡Cantad al Señor, alabad su nombre!
Que se regocijen los cielos, que se regocije la tierra.
Celebra sus victorias día a día.
Dile a las naciones de Su gloria,
Contad sus maravillas a todas las naciones.
Que se regocijen los cielos, que se regocije la tierra.
El Señor es el creador de los cielos y la tierra;
Gloria y majestad estaban delante de él,
En su templo está el poder y la gloria.
Evangelio de hoy 29 de diciembre 2022.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 22-35.
Después que María fue purificada, ella y José trajeron al niño a Jerusalén conforme a la ley de Moisés para ser consagrado al Señor, y conforme a lo que está escrito en la ley: Todo primogénito varón es consagrado al Señor, una pareja. por ley también se ofrecen tortugas o dos palomas. Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y piadoso, que esperaba la consolación de Israel. El Espíritu Santo habitó en él y le reveló que no moriría si no se encontraba por primera vez con el Mesías del Señor.
Impulsado por el Espíritu Santo, fue al templo, y cuando José y María tomaron al niño Jesús para hacer lo prescrito en la ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios y dijo. “Señor, ahora debes dejar que tu siervo muera en paz, como me prometiste Porque mis ojos han visto a tu Redentor, que has preparado para todas las naciones; la luz que ilumina a las naciones y la gloria de tu pueblo Israel.
Los padres del niño se sorprendieron por tales palabras. Simeón los bendijo y anunció a María, la madre de Jesús: “Este niño ha sido designado para destruir y restaurar a muchos en Israel, como una señal que hará que el conflicto abra los corazones y las mentes de todas las personas. Venid, y una espada pasar por tu alma.
Comentario de lectura del dia:
En la lectura del dia dice que nuestros ojos han visto a el Salvador. Y que los ojos de Simeón vieron la salvación porque estaban esperando. Esperan ojos que siempre están esperando. Buscaron lo que es la luz y vieron la luz de los pueblos. Era un par de ojos viejos, pero llenos de esperanza. Pero miremos el Evangelio, miremos a Simeón y a Ana: son viejos y están solos, pero no han perdido la esperanza porque están conectados con el Señor. Este es el secreto: no os desviéis del Señor, fuente de la esperanza. Si no miramos al Señor diariamente y lo adoramos, estaremos ciegos. Adora al Señor.
