Lecturas de hoy 21 de abril 2023.
Lectura del libro de los Hechos de los “apóstoles 5, 34-42”.
Entonces el fariseo Gamaliel, un estudioso de la ley, respetado por todos, se puso de pie ante el Sanedrín y ordenó a los apóstoles que salieran un momento y dijo a la congregación: Varones israelitas, considerad cuidadosamente lo que haréis con este pueblo. No hace mucho tiempo, un tal Teudas, haciéndose pasar por un jefe, se levantó y reunió a unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, sus amigos se dispersaron y todo se perdió. Más tarde, en ese entonces durante el censo, Judas el Galileo se puso de pie y muchos lo siguieron. Pero Judas también murió, y todos sus seguidores se dispersaron.
Tal como están las cosas, le aconsejo que no moleste a esta gente; liberalos. Porque si lo que inician y hacen es de origen humano, terminará por sí solo. Pero si es el trato de Dios, no puedes arrepentirte. No te sometas a Dios”. Los demás siguieron entonces su consejo: y ordenaron traer a los que son los apóstoles, los azotaron, y les prohibieron hablar en el nombre de Jesús y entonces los dejaron ir. Dejaron el Sanedrín y con gusto sufrieron estas atrocidades por el nombre de Jesús. Todos los días enseñaban y predicaban las buenas nuevas de Cristo Jesús en los templos y las casas.
Salmo responsorial de hoy 26, 1. 4. 13-14. Al Señor, una cosa pido: habitar en su casa.
Mi iluminación y mi salvación, es el Señor,
¿A quién temeré?
El protector de mi vida, es el Señor.
¿Quién me hará temblar?
Al Señor, una cosa pido: habitar en su casa.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo.
Al Señor, una cosa pido: habitar en su casa.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Lectura del santo evangelio según san “Juan 6, 1-15”.
En ese momento, Jesús se fue al otro lado del Mar de Galilea, al Mar de Tiberíades. Muchas personas lo siguieron porque vieron sus señales de sanar a los enfermos. Jesús ascendió a la montaña y entonces se sentó allí con todos sus discípulos. La Pascua ya casi está aquí. Entonces cuando Jesús miro que son mucha de la personas que lo seguían, hablo y dijo a Felipe: “¿Cómo les vamos a comprar pan?” Conocía bien lo que el iba a hacer, así que realizo esta pregunta para ponerlo a prueba. Felipe hablo y respondió: “Doscientos denarios de pan no son suficientes para alcanzar a todos”.
Otro discípulo, Andrés, el quien es hermano de Simón Pedro, le dijo a Pedro: “Aquí se encuentra un joven con cinco panes de cebada y también dos peces. Pero, ¿Qué es para la mayoría de la gente? Jesús respondió. “Derribar a la gente”. Allí había mucha hierba. Así que entonces todo el mundo se encontraba sentado allí. El número de hombres era como cinco mil. Inmediatamente Jesús tomó el pan, dio gracias a Dios y se lo dio a los que venían a comer.
También les dio todo el pescado que querían. Después que todos terminen y hayan comido, le dijo a sus discípulos: “Recojan el resto de los pedazos que sobran, para que no se pierdan”. Cuando se juntaron, comieron de los cinco panes y llenaron doce canastas con lo que sobró. Los que vieron la señal que Jesús hizo dijeron: “Este es ciertamente un profeta que ha de venir al mundo”. Pero Jesús, sabiendo que lo harían rey, se retiró solo al monte.
Reflexión de la lectura del evangelio de hoy:
El pasaje del evangelio de Juan 6, 1-15 nos muestra un milagro de Jesús en el que alimenta a una multitud con solo cinco panes y dos pescados. Este hecho, que es comúnmente conocido como la multiplicación de los panes y los peces, tiene un significado profundo que va más allá de lo evidente.
En primer lugar, el pasaje nos muestra la compasión de Jesús por la multitud hambrienta que lo seguía. Él no solo curaba a los enfermos, sino que también se preocupaba por sus necesidades físicas. Esto nos enseña que Jesús se preocupa por cada uno de nosotros, no solo por nuestras almas, sino también por nuestras necesidades materiales.
Además, el pasaje nos muestra cómo Dios puede hacer mucho con muy poco. Cinco panes y dos pescados eran insuficientes para alimentar a una multitud tan grande, pero Jesús los utilizó para hacer un gran milagro. Esto nos enseña que Dios puede tomar nuestras pequeñas ofrendas y multiplicarlas para hacer algo maravilloso.
Por otro lado, el pasaje también nos muestra la importancia de la fe y la confianza en Dios. Andrés, el hermano de Simón Pedro, le presentó a Jesús a un muchacho que tenía cinco panes y dos pescados, pero dudaba de que esto fuera suficiente para alimentar a la multitud. Sin embargo, Jesús tomó lo que había y lo multiplicó para satisfacer las necesidades de todos. Esto nos enseña que, aunque nuestras ofrendas puedan parecer pequeñas e insuficientes, si tenemos fe en Dios, Él las puede usar de maneras sorprendentes.
En resumen, el pasaje de Juan 6, 1-15 nos muestra la compasión de Jesús por la multitud, la capacidad de Dios para hacer mucho con muy poco, y la importancia de la fe y la confianza en Él. Este pasaje nos invita a confiar en Dios y a ofrecerle nuestras pequeñas ofrendas, sabiendo que Él las puede usar para hacer algo maravilloso en nuestras vidas y en las vidas de los demás.