Lecturas de hoy 31 de diciembre 2023.
Primera lectura del libro del ‘Eclesiástico 3, 2-6.12-14’.
El Señor respeta a los padres más que a los hijos. Y confirmando el derecho de la madre sobre ellos. El que honra a su padre expiará sus pecados, quien respeta a su madre es como acumular dinero. El que honra a su padre se alegra en sus hijos y cuando ores, Él te escuchará. El que respeta a su padre vivirá muchos años.
Quien honra a su madre ha obedecido a Dios. Hijo, por favor cuídame en mi vejez. Y durante toda su vida no le puso triste. Incluso si pierde la cabeza, sé tolerante con él, y no lo desprecies, incluso cuando estés lleno de energía. Porque el amor de mi padre nunca lo olvidaré. Esto será expiación por tus pecados.
Salmo responsorial de hoy 127, 1-2. 3. 4-5. Dichosos los que teméis al Señor y siguen sus caminos.
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
Dichosos los que teméis al Señor y siguen sus caminos.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
Dichosos los que teméis al Señor y siguen sus caminos.
Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sion,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.
Segunda lectura de hoy de la carta del apóstol san Pablo a los ‘Colosenses 3, 12-21’.
Hermanos: Como pueblo elegido de Dios, santo y amado, mostraron compasión, bondad, humildad, gentileza y gran paciencia. Tened paciencia y perdonaos unos a otros cuando haya quejas contra los demás. Dios te ha perdonado: haz lo mismo. Por encima de todo está el amor, el hilo de la unidad completa. Y dejad que la paz de Cristo gobierne en vuestros corazones: estáis llamados a un solo cuerpo. Se agradecido también. Que la palabra de Cristo more entre ustedes en toda su riqueza. Y enseñémonos unos a otros con toda sabiduría.
Nos asesoramos unos a otros. Canta al Señor desde lo más profundo de tu corazón con salmos, himnos y cánticos inspiradores. Y cualquier cosa que hagas de palabra o de hecho, dale gracias a Dios Padre por ello, en el nombre de Jesús. Esposas, sed sumisas a vuestros maridos, porque esto es obediencia al Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis crueles con ellas. Obedeced hijos a vuestros padres en todo, ‘porque esto agrada al Señor’. Los padres no deben provocar a sus hijos para no desanimarlos.
Evangelio de hoy:
Lectura del santo evangelio según san ‘Lucas 2, 22-40’.
Y cuando se cumplió el día de su purificación según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, conforme a lo que está escrito en la ley del Señor: Todo primogénito será santo. Dios.” Y ofrecieron la ofrenda como mandaba la ley del Señor: “Un par de tórtolas o dos tórtolas”. Había en aquel tiempo en Jerusalén un hombre llamado Simón, varón justo y virtuoso, que esperaba el consuelo del pueblo. Israel y el Espíritu Santo estaban con él.
El Espíritu Santo le dijo que no vería la muerte hasta que viera al Mesías de Dios. Entonces fue al templo, movido por el Espíritu Santo. Cuando sus padres y el niño Jesús vinieron a cumplir la costumbre según la ley, Simón abrazó al niño y bendijo a Dios, diciendo: “Señor, según tu promesa, Y deja pasar en paz a tu siervo. Porque mis ojos han contemplado a tu Salvador, Lo que les presenté a todos: La luz que ilumina a las naciones.
Y la gloria de tu pueblo Israel. Sus padres quedaron sorprendidos por lo que se dijo sobre el niño. Y los bendijo Simeón y entonces dijo a María su madre: “Escrito está que muchos en Israel caen y se levantan. Será señal de contradicción, y una espada traspasará vuestra alma, revelando los pensamientos de muchos corazones. También existía una profetisa, Ana, quien es hija de Fanuel, de la tribu de Aser, y que era muy anciana.
Estuvo casada durante siete años en su juventud, luego enviudó hasta los ochenta y cuatro; No abandonó el templo y sirvió a Dios día y noche con ayuno y oración. Él estuvo presente en ese momento, y también alabó a Dios y habló del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. Cuando cumplieron todos los mandamientos del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Por su parte, el niño crece y se vuelve más fuerte, lleno de sabiduría; La gracia de Dios estaba con él.
Reflexión del evangelio de San Lucas 2, 22-40:
La lectura del evangelio según San Lucas 2, 22-40 nos presenta una narración rica y profunda que abarca varios temas centrales de la fe cristiana:
La Presentación y la Ley: La presentación de Jesús en el templo cumple con la ley mosaica, demostrando la obediencia de sus padres a las tradiciones judías. Esto subraya la humanidad de Jesús y su conexión con el pueblo judío.
Simeón y la Revelación Divina: Simeón, un hombre justo y piadoso, es un ejemplo de fe y paciencia. Esperó toda su vida para ver al Mesías, guiado por el Espíritu Santo. Su encuentro con Jesús confirma la identidad de Jesús como el Salvador.
Luz para las Naciones: La descripción de Jesús como “luz para alumbrar a las naciones” resalta su misión universal. No vino solo para los judíos, sino para todos los pueblos.
María y la Profecía: La profecía de Simeón a María anticipa el sufrimiento que ella experimentará y el destino contradictorio de Jesús. Aunque será causa de caída y resurrección para muchos, también será un signo de contradicción.
Ana y la Devoción: Ana representa la devoción y la constancia en la fe. A pesar de su edad y su condición de viuda, se dedica a servir a Dios con ayunos y oraciones.
Crecimiento y Sabiduría: El pasaje concluye con la imagen de Jesús creciendo en sabiduría y gracia, anticipando su desarrollo y su futura misión.
Esta reflexión busca resaltar los puntos clave del pasaje para una mejor comprensión y aplicación en la vida diaria. Cada personaje y evento en la narración tiene un significado simbólico y espiritual que puede inspirar y guiar a los creyentes. Espero que esta reflexión te sea útil y te inspire en tu camino de fe. 🙏