Lecturas de hoy jueves 9 de marzo 2023.
Primera lectura de hoy del libro de “Jeremías 17, 5-10”.
Esto es lo que Dios Todopoderoso dijo: «Maldito la persona» «que confía en el hombre». quien pone su fuerza en ello. Y su corazón se volvió al Señor. Como cardo en la estepa será, que nunca disfrutará de la lluvia. Viviré en un desierto árido. En un país salobre e inhabitable. Bienaventurados los que confían en el Señor Y donde deposita sus esperanzas. Será como una planta plantada cerca del agua, enraizado en el arroyo.
Cuando llegue el calor, no lo sentirás y sus hojas serán siempre verdes. No se marchitará, en un año de sequía. Nunca deja de dar frutos. Corazón humano. «Es el más difícil y riesgoso de tratar». ¿Quién puede entenderlo? Soy Dios buscando el alma perforando el corazón, paga a cada uno según su trabajo. Según los resultados de su trabajo.
Bienaventurado el hombre
que de los impíos no sigue el consejo
y que ni ingresa por la senda de los pecadores,
ni se postra en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es el mandato del Señor,
y medita su ley día y noche.
Bienaventurado el hombre que su confianza esta en el Señor.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
Bienaventurado el hombre que su confianza esta en el Señor.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque de los justos el camino, el Señor protege,
pero el camino de los impíos acaba mal.
Evangelio de hoy 9 de marzo 2023.
Lectura del santo evangelio según san “Lucas 16, 19-31”.
En ese momento, Jesús dijo a los fariseos: “Había un hombre rico, vestido con brocado y brocado, y alimentado abundantemente todos los días. También había un mendigo llamado Lázaro, cubierto de costras, estaba acostado en la puerta. lleno de sobras de la mesa del hombre rico goteando. Incluso los perros venían a lamer sus heridas. Entonces murió el mendigo y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado.
Estaba en el lugar del castigo, en medio del tormento, cuando miró hacia arriba y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro a su lado. Entonces alzo la voz: «Padre Abraham», «piedad ten de mí». Envía a Lázaro para que moje las yemas de los dedos en agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan”. Pero entonces Abraham le replico: “Hijo mío, recuerda que recibiste bienes buenas en vida, y Lázaro obtuvo cosas malas.
Por eso lo consuelas ahora mientras sufres en agonía. Además, hay un gran abismo entre ustedes y nosotros que nadie puede cruzar, allí como aquí. El hombre rico le rogó: “Padre Abraham, te ruego que envíes a Lázaro a mi casa, que tengo allí cinco hermanos, para advertirles y evitar que entren en este lugar infernal”. Abraham le dijo: Tienen a los profetas y Moisés. que los oyen. Entonces el rico dijo: “No, padre Abraham. Si una persona fallecida les dijera, se arrepentirían. Abraham hablo y respondió: “Si no oyen a los profetas y a Moisés, y no escucharán si los muertos resucitan”.
Reflexión del evangelio de San Lucas 16, 19-31:
El pasaje del evangelio de San Lucas 16, 19-31 nos presenta una importante reflexión sobre la justicia divina y el valor de la compasión y la caridad en nuestra vida. La historia del rico y Lázaro nos muestra cómo las acciones que realizamos en la vida terrenal tienen consecuencias eternas. El rico, quien gozaba de riquezas y abundancia, no mostró ninguna compasión hacia Lázaro, quien sufría en la pobreza y la enfermedad. A pesar de estar rodeado de lujos y comodidades, el rico no logró encontrar la verdadera felicidad.
En contraste, Lázaro, quien había sufrido en vida, recibió su recompensa en el cielo. La historia nos recuerda que la justicia de Dios no depende de nuestra posición social o nuestra riqueza material, sino de nuestras acciones y nuestra actitud hacia los demás. Además, la historia también nos muestra la importancia de escuchar la palabra de Dios y de los profetas en nuestra vida.
Como cristianos, es importante reflexionar sobre este pasaje y recordar que nuestra fe se basa en la compasión, la caridad y el amor hacia los demás. Debemos buscar siempre ayudar a aquellos que sufren y ser generosos con nuestros recursos. La historia del rico y Lázaro nos recuerda que nuestras acciones tienen consecuencias eternas, y que debemos vivir nuestras vidas con humildad y amor hacia nuestros semejantes.